La realidad aumentada llega a la pasarela

A diferencia de la realidad virtual, que consiste en introducir al usuario en un universo diferente, la realidad aumentada (RA) enriquece el mundo real con información creada digitalmente (imágenes, vídeo, gráficos, sonidos...) y que se consume en un dispositivo —un teléfono, una tableta, unas gafas…— dotado con ese tipo de tecnología. Se trata de un enlace entre lo real y lo virtual que, según acaba de asegurar Tim Cook, consejero delegado de Apple, en una entrevista con el Vogue británico, va a jugar un papel fundamental en todos los sectores en un futuro cercano. La moda ya lleva unos años explorando las posibilidades que ofrece la RA para enriquecer los desfiles o la experiencia de compra. “Si piensas en un desfile, ahí hay una muy buena aplicación de la RA porque puedes querer ver el vestido por todos los lados, no solo la parte frontal”, apunta Cook. Es lo que pensó Topshop en febrero de 2014, en los días posteriores a la presentación de la colección de otoño de su línea Topshop Unique. La firma invitó a cientos de clientes a sumergirse en el desfile virtual desde su tienda insignia en Londres a través de un dispositivo Oculus Rift que permitía observar las prendas desde todos los ángulos.

Para facilitar el crecimiento de un campo con tanto potencial, Apple ha lanzado ARKit, un conjunto de herramientas que desde septiembre los desarrolladores pueden utilizar para crear experiencias de realidad aumentada para iPhone y iPad. Burberry ya lo ha puesto en práctica añadiendo una funcionalidad en su aplicación para iPhone que permite superponer sobre las imágenes del usuario ilustraciones de Danny Sangra. Otro gran promotor del uso de la RA en el entorno de compra es el portugués José Neves, CEO de la plataforma online multimarca Farfetch. Convencido de que las tiendas no van a desaparecer de la ecuación, su compañía ha creado una unidad de negocio llamada The Store of the Future que pretende tender un puente entre el shopping físico y la compra online. En abril presentaron en Londres algunas de las herramientas digitales que pondrán a disposición de las más de 500 tiendas físicas que aglutinan; entre ellas hay un “espejo inteligente” o la opción de customizar un par de zapatos y proyectar el resultado de forma holográfica.

Multitud de firmas han empezado a innovar en esta dirección. Nike en enero desveló en su boutique insignia de París una iniciativa que permite personalizar unas zapatillas en una tableta y aplicar el resultado sobre un par blanco. Entre los que aspiran a establecer probadores virtuales en cada casa se sitúa, por ejemplo, Gap, cuya novedosa app Dressing Room prevé que, tras introducir datos como el peso y la altura, sus clientes puedan comprobar en el futuro cómo les sienta cualquier prenda. El potencial también es enorme en cosmética, como ha demostrado L’Oréal con su exitoso simulador de maquillaje Makeup Genius App, o decoración, donde IKEA sobresale con su nueva app para iOS 11 IKEA Place, que permite a los usuarios previsualizar sus muebles en la habitación en la que van a ser colocados.