“En la moda hemos vivido en la ficción”

"Esta colección refleja un nuevo comienzo. Hemos pensado mucho las cosas, y este es el resultado". El diseñador Juanjo Oliva (Madrid, 1971), aparentemente, no tenía por qué recomenzar nada. La suya ha sido una de las trayectorias más sólidas y realistas de la moda española en las últimas décadas: centrado en la costura femenina a medida, nunca le han faltado clientas, elogios de la crítica ni público en sus desfiles, uno de los platos fuertes de la pasarela madrileña. Sin embargo, el último año ha sido una excepción. El desfile que presentó en la MBMFW el pasado mes de febrero llegaba bajo una nueva enseña –Oliva Madrid–, un nuevo formato –la colección incluía por primera vez diseños para hombre– y una estética más limpia y minimalista. "Mis diseños siempre han estado vinculados a la belleza", apunta el diseñador, "pero ahora tocaba darle un giro. Hemos querido intelectualizar mi trabajo, buscarle un sentido diferente, quitarle ruido y rendir homenaje a ese buen hacer que es el que nos ha permitido llegar hasta aquí".

El resultado es una colección que ya está a la venta en su tienda, en la madrileña calle de Justiniano, que muestra lo bien que Oliva ha comprendido el armario masculino, y también lo bien que esas piezas se entienden con sus diseños para mujer. La campaña que acaba de presentar, fotografiada por Guille Sola con estilismo de Jeff Bargues, subraya esas afinidades. En ellas, los modelos –el actor Jorge Suquet y la relaciones públicas Raquel Sánchez– adoptan las mismas poses y lucen prendas de aire similar, pero siempre por separado. "Queríamos hacer retratos en lugar de fotos de moda convencionales. Buscamos muchas referencias de arte contemporáneo, y lo primero que disparamos fueron las fotos con Raquel, en mi casa-estudio. Cuando llegó Jorge, y dado que es actor, le planteamos el resto de replicar las poses de Raquel a su manera. El resultado es algo ni demasiado masculino ni demasiado femenino. Una especie de género neutro", explica el diseñador.

Las fotografías ceden el protagonismo a las prendas, diseños precisos y sin excesos. "Lo que yo buscaba era un armario de uso cotidiano, con una dosis de originalidad", explica Oliva. "El punto de partida era la ropa casual, pero la ropa casual es aburrida, así que había que darle algo más sin caer en lo contrario. Estas prendas reflejan todos los momentos posibles del día a día de un hombre".

Le preguntamos por su decisión de alterar el calendario comercial habitual. Oliva no ha presentado colección en la última edición de MBMFW. En la próxima sí participará, pero con una colección que se pondrá a la venta poco tiempo después del desfile. "Hay que aprovechar el tirón del desfile para comenzar a vender. En España, para una marca como la mía, no tiene sentido dejar pasar seis meses entre el desfile y la puesta a la venta. Tampoco tienen sentido los preorders (pedidos anticipados). Fíjate, estamos en octubre y en Madrid hace tanto calor que la gente todavía no ha empezado a comprarse abrigos. Imagínate si tienen que decidirlo en primavera".

También asegura que las colecciones de esta nueva firma –que compagina con su taller de costura y con una colección exclusiva para El Corte Inglés– son más concretas. "El público va a por las prendas clave, y no tiene sentido hacer colecciones tan extensas como antes", aclara. También subraya la importancia de contar con su propio punto de venta (Justiniano 14, Madrid). "En la moda hemos vivido mucho tiempo en la ficción, y hemos querido que Oliva sea desde el principio una firma real". De momento, tiene visos de serlo.