'Zorru’, la esfinge del diseñador Juan Vidal

CUANDO JUAN VIDAL llega a su casa de Elda (­Alicante), su gata empieza a treparle por el cuerpo hasta el cuello. Una vez allí, la felina se restriega cariñosamente contra la barba del diseñador, premio Nacional de Moda 2015 en la categoría de nuevos valores. La idea era buscarle a la gata un nombre de mujer, como hace con todas sus colecciones, pero al final la llamaron Zorru.

Hace ocho años, tras un largo periodo de formación y trabajo en Barcelona y Valencia, Vidal regresó a su ciudad natal, donde convirtió el taller de sastrería familiar en la sede de su marca de moda, que lleva su nombre. Vivía con su hermano y su cuñada cuando una tarde encontraron en la calle a una minina recién nacida, con ojos verdes y estrabismo. “Su mirada nos cautivó y nos la quedamos”.

Pepe Olivares

La felina se convirtió en su fiel compañera. Dormía con él y se acurrucaba entre sus piernas. Hasta que, hace un año y medio, Vidal se mudó a Madrid. “Me gustaría llevármela, pero viajo mucho por trabajo y vivo solo. Además, está mejor aquí”. La gata entra y sale de casa a su antojo, y aunque al principio les daba miedo, ahora saben que siempre vuelve. Como el diseñador. Que cada cuatro meses regresa dos a Elda, donde prepara sus colecciones para la Semana de la Moda de Madrid, en la que desfila este domingo y donde ha ganado el premio a la mejor colección dos veces consecutivas, en las ediciones de septiembre de 2013 y febrero de 2014. Nunca se ha inspirado en Zorru para sus creaciones, pero dice que podría hacerlo. “Porque es tan independiente, libre, apasionada y salvaje como la mujer para la que diseño”.