8 fotosLo que su pareja no quiere que haga en la cama (pero nunca se atrevió a decirle)Las quejas sobre ciertas actitudes en el sexo afloran sin tapujos en las redes las comentamos con los expertosSilvia C. Carpallo15 sept 2017 - 12:59CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceAunque en Reddit se centran en lo desagradable que resulta que la pareja haya manipulado poco antes especias picantes, lo cierto es que en los aquí te pillo y aquí te mato no siempre hay una buena higiene de manos, lo que puede arruinar el momento e incluso causar infecciones a largo plazo. Aparte de los picantes, solemos utilizar sustancias que pretenden estimular o ayudar, como los lubricantes, pero que también pueden ser un problema si las elegimos mal. Sara Pérez, experta en sexualidad en Los Placeres de Lola explica que "un lubricante mal escogido puede causar más molestias que otra cosa, sobre todo si nuestro pH se desestabiliza con facilidad". Para ello recomienda probar siempre antes el efecto en una zona no genital, especialmente con "aquellos que provocan cambios de temperatura y los de sabores, debido a la glucosa que llevan en su fórmula que no deja de ser una levadura, y en exceso puede provocar alteraciones en el pH de nuestras zonas más íntimas".Gran parte de las dificultades de algunas parejas para disfrutar de la sexualidad no reside en el cuerpo, sino en la cabeza. La más común es ser incapaz de concentrarse en lo que se está haciendo y ponerse a pensar en cualquier otra cosa. O peor: comentarlo con el otro. Hay personas a las que una conversación rutinaria en mitad del acto sexual les puede parecer excitante según el momento, pero también hay a quien se le corta el rollo. La psicóloga Zoraida Granados aclara que "son temas que te persiguen y hacen que no puedas desconectar del día a día para centrarte en sentir y conectar". Así que si no van a ser un añadido emocionante para la pareja, "se aconseja solucionarlo: hablarlo en un espacio diferente al dormitorio y no antes de desear intimidad sexual".Ver juntos una película pornográfica en un momento dado puede ser una forma de salir de la rutina; pensar que el sexo debe ser como una porno es condenar nuestra sexualidad al desastre. Como explica la sexóloga Ana García, "la pornografía en donde no hay una sexualidad real o está distorsionada deforma la realidad del encuentro sexual de la pareja", por ejemplo en cuanto a tiempos y tamaños. Por supuesto, no olvida reseñar que se trata de un producto pensado sobre todo para hombres —al menos la pornografía tradicional— por lo que las prácticas que se exponen no son siempre deseables ni placenteras desde el punto de vista femenino. "En ocasiones aparecen expresiones de violencia o sometimiento, además de una total ausencia del componente emocional, lo que provoca aún más distorsión". Todo ello, más que sumar a la experiencia, puede derivar en "una disfunción sexual, frustración, expectativas inalcanzables y falta de autoestima".Todos nos hemos confundido al llamar a alguien por su nombre alguna vez. Pero que pase en un momento íntimo tiene peores consecuencias, y es por ello que se ha erigido como uno de los grandes noes entre los usuarios de Reddit. Sin embargo, parece que confundirse de nombre es algo común según la ciencia. Un estudio publicado en Memory & Cognition sugiere que estas confusiones se producen con gran frecuencia y que no son algo que sucede al azar. Suceden con frecuencia con los nombres parecidos, por ejemplo si tu novio se llama Daniel y tu compañero de trabajo David, o si los unimos al mismo grupo social o entorno. Por eso confundimos más nombres entre familiares y también entre novias y exnovias.Una cosa es confundirse accidentalmente en el nombre y otra llamar a propósito a la pareja "papi" o "mami", que es otro de los temas más comentados en Reddit. La coach Raquel Gargallo cuenta que "muchas personas han reaccionado mal ante estas palabras porque las asocian a una relación que desconocían de su pareja con sus progenitores: dan por hecho que tiene un complejo de Electra o Edipo con ellas". Sin embargo, desde su experiencia profesional, la experta aclara que "nada más lejos de la realidad", justificando estos apelativos cariñosos. "Son un cliché porno de los años 70 en el que se utilizaban estas palabras para transmitirle al otro que estaba al mando, que era el jefe o la jefa, y que estaba haciendo un gran trabajo".Aún se tiene mucho que avanzar en cuando a la educación en consentimiento sexual. También dentro de las parejas, tal y como demostró el corto Soy ordinaria, de la cineasta francesa Chloé Fontaine. Según el estudio Consentimiento sexual: un análisis con perspectiva de género de la Revista Mexicana de Sociología, el consentimiento sexual es un fenómeno que, lejos de discutirse en el ámbito de las ciencias sociales, se da por sentado. Está ausente, y se vulnera cuando se fuerza una práctica sexual". El consentimiento no afecta solo a tener o no una relación sexual, sino también a forzar una práctica como el sexo anal sin que exista un consentimiento por parte de la otra persona. No hay que confundir sorprender e innovar, con forzar y obligar: todo lo que se quiera probar es necesario haberlo hablado previamente.Decir palabras subidas de tono o incluso soltar algún azote es excitante para algunos y desconcertante para otros. Mejor preguntar a cuál de los dos bandos pertenece su pareja para no llevarse una sorpresa. "Muchas parejas con las que trabajo se sinceran por primera vez en la sesión y le dicen a otro que en la primera ocasión que le dio un azote o le dijo una palabra subidita de tono no supo cómo reaccionar y, por miedo a perder el punto álgido en el que se encontraban y decepcionar a su pareja, no dijeron nada", relata Gargallo. Hablar de sexo es una práctica muy sana y muy excitante que puede evitar muchos malentendidos o situaciones incómodas. Como insiste la sexóloga, "muchas veces tenemos creencias erróneas sobre los gustos del otro", por lo que lo mejor es "sincerarse y comunicar tanto lo que gusta, como lo que no".Cuando se habla de zonas erógenas siempre se incluyen los pezones y de hecho su estimulación es una de las formas más habituales de iniciar un encuentro sexual. Sin embargo, como recuerda Granados, "al ser una zona tan sensible, lo que deberíamos pensar es que tiene que ser tratada con especial tacto". Explicando un poco más, la experta añade que "puede ser una zona muy erógena e incitadora al sexo, pero si, por el contrario se toca de forma brusca, con prisas, ejerciendo mucha presión o fricción puede ser desagradable". A modo de conclusión, la sexóloga recuerda que en general "todo depende de los gustos y preferencias de cada uno, por eso, es importante la comunicación, la sinceridad y que sea consentido", ya que de lo contrario, "además de derivar en una regañina, puede suponer el fin de los juegos".