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Palomo Spain sacude la Semana de la Moda de Madrid

El cordobés abre por todo lo alto la pasarela marileña en una jornada en la que, por primera vez, todos los desfiles se celebraron fuera de Ifema

Rossy de Palma, en el desfile de Palomo Spain este jueves en el Hotel Wellington.Foto: atlas | Vídeo: Jaime Villanueva
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El grandilocuente desfile de Palomo Spain en el hotel Wellington de Madrid ha puesto la guinda a una primera jornada que se ha ganado una entrada en las memorias de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid. Quizá no en el capítulo ‘Hitos creativos que cambiaron la historia de la moda’, pero sí en el de ‘Puntos de inflexión que podrían cambiar la historia de la pasarela española’. Por primera vez, todos los desfiles del día con el que se abría la 66º edición de la cita madrileña se celebraron fuera de Ifema, el organismo público que organiza y patrocina este evento que se alarga hasta el próximo día 19. Desde los jardines de Cecilio Rodríguez, en el Retiro, donde María Clé mostró una colección en la que el 80% de las prendas han sido elaboradas con materiales reciclados, hasta los cines del Palacio de la Prensa. Allí, al amparo de la oscuridad, Chromosome presentó un corto y un trabajo de otro mundo: monos color carne con sangre en las rodillas, trajes perfilados por asas de maletín y botas unidas por bragas.

Cuatro de las propuestas de Chromosome.
Cuatro de las propuestas de Chromosome.UGO CAMERA

Palomo ha hecho suyo el mítico Wellington y lo ha convertido por un delicioso rato en el hotel Palomo. Un lugar retro e historicista en el que cualquier cosa es posible: hasta que Lindsay Lohan observe extasiada desde primera fila la colección del cordobés. O que mientras Rossi de Palma se pasea por el backstage con su kilométrica bata de cola, Pedro Almodóvar, que ya disfrutó de su anterior presentación, saque fotos sin parar, hable con los modelos y confirme que el de Palomo es el desfile que nadie se quiere perder. “He querido crear un hotel donde tenga cabida todo este mundo de fantasía que ya es una realidad. Mi única intención es que la gente pase un buen rato”, explicaba el diseñador. Para Palomo, demasiado no es suficiente: bolsos-baúl de la Piquer, vestidos de plumas y ricos brocados, cascadas de lentejuelas blancas, tules que se retuercen como corolas multicolores, albornoces convertidos en trajes de chaqueta. Botones con botines. La cocinera y jurado de MasterChef Samantha Vallejo-Nágera en el papel de chef dominatrix. Hombres y mujeres lucen indistintamente las piezas de este trabajo que es una celebración del hedonismo sin remordimientos. “Pero si lo miras bien, todo es simple y precioso y lo puede llevar todo el mundo”, cuenta él.

Diseños de la colección de otoño 2018 de María Clé en la Mercedes Benz Fashion Week Madrid.
Diseños de la colección de otoño 2018 de María Clé en la Mercedes Benz Fashion Week Madrid.IFEMA/UGO CAMERA

Es cierto que el calendario de desfiles oficial acoge desde hace años los Off, que es como se denomina a las presentaciones que tienen lugar más allá de los dominios de la Feria de Madrid. Pero hasta ahora siempre fueron una alternativa minoritaria y nunca se habían concentrado en un único día. Potenciar este modelo de presentaciones permite ganar relevancia, y también vincular moda y turismo: dos industrias que, en otros países, tienden a retroalimentarse. No se trata solo de los afortunados que puedan disfrutar de la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles mientras ven una colección, como la de ManéMané. Hoy, a través de los streamings de la web oficial de la pasarela, Instagram y demás redes sociales, esos maravillosos rincones de la ciudad llegan a un público global.

El de este jueves ha sido, en definitiva, un pequeño aperitivo de lo que podría ser la Semana de la Moda de Madrid. Abrió boca. Y nos dejó con ganas. Porque una de las críticas más recurrentes y, por lo tanto, más agotadoras, que ha recibido esta cita es que el 90% de sus desfiles se celebra en el pabellón 14 de Ifema. Un espacio tan cómodo como impersonal. París, Milán o Nueva York se antojan como el espejo idílico en el que mirarse. En ese espectáculo de marketing y comunicación en el que han mutado los desfiles de dichas semanas de la moda, la ubicación tiene un peso cada vez más importante. Los ejemplos son infinitos: Dior transformando el Museo Rodin de París en un jardín de ninfas, Gucci convirtió los Uffizi en su pasarela particular o Ralph Lauren mostrando su colección de ropa entre su colección de Maseratis y Ferraris.

Desfile de Palomo Spain en la Mercedes Benz Fashion Week.
Desfile de Palomo Spain en la Mercedes Benz Fashion Week.Jaime Villanueva

Muy pocas marcas españolas disponen del músculo económico necesario para salir de Ifema. Aunque cada vez más diseñadores comienzan a aplicar su creatividad en la búsqueda de financiación. Moisés Nieto, que este año ha recibido el Premio Nacional de la Moda en la categoría de "Nuevo valor", se alió con la marca de gafas Etnia Barcelona y otras 11 firmas colaboradoras para desfilar en el Jardín Botánico de Madrid. A solo tres minutos de la atestada Castellana, en un rincón donde solo se oían las hojas de los árboles al mecerse, presentó el miércoles un trabajo centrado y real, donde destacaban los vestidos en color nude y las gabardinas sin mangas. “Montar esto supone un gran esfuerzo. Más de 120 personas han estado involucradas en todo el proceso. Antes, en Cibeles, llegaba colocaba mi ropa, probaba a mis modelos y listo. Pero estoy encantado con el resultado. Pienso repetir”, aseguró el diseñador.

Aquelarre del bueno

Un acierto a veces lleva a otro. Lo cuenta Miguel Becer, diseñador de ManéMané, minutos antes de que comience su desfile en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles. "La temporada pasada hicimos unas gafas que se vendieron como churros. Y eso me hizo pensar que quizá podía crear un material maravilloso pero no solo para Instagram, sino para la industria real. Me di cuenta de que tenía que tener un proyecto de negocio serio". Puede que su discurso sea naíf, pero la colección que presentó este jueves resultó potente, esperanzadora y fresca. Y eso que se inspiraba en una suerte de aquelarre rural y estaba teñida casi por completo de negro: faldas folk con delantales de plumetti, adamascados y unos increíbles sombreros de espejos inspirados en los típicos de Navalmoral de la Mata, su pueblo natal. Está claro que a Becer el mal le sienta muy bien.

Moisés Nieto, con las modelos del desfile de su colección de otoño 2018 en la Mercedes Benz Fashion Week Madrid.
Moisés Nieto, con las modelos del desfile de su colección de otoño 2018 en la Mercedes Benz Fashion Week Madrid.IFEMA/UGO CAMERA

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