Derechos fundamentales
Ahora que asociaciones y ONG exigen la puesta en libertad del periodista turco-sueco Hamza Yalçin, me he quedado asombrado al conocer la justificación de la Audiencia Nacional para mantenerlo en prisión: “No es el momento de entrar en consideraciones sobre eventuales vulneraciones de derechos fundamentales”. Palabras que desasosiegan a los demócratas por venir de los custodios de la integridad de las leyes. El respeto a los derechos fundamentales debe ser objetivo central de los Estados. Son así llamados por ser inalienables e irrenunciables y estar protegidos en todos los órdenes jurisdiccionales con valor jurídico superior a cualquier otro. Lo contrario conculca los derechos humanos y alarma a la sociedad.— Miguel Fernández-Palacios Gordon. Madrid.
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