17 fotos‘Juego de tronos’: lo mejor de la temporada 7A falta del último capítulo, repasamos algunos de los grandes momentos de esta entregaÁlvaro P. Ruiz de ElviraMadrid - 28 ago 2017 - 19:02CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceComo si fuera una declaración de intenciones de que la séptima temporada no va a dar ni un respiro ni se va a perder el tiempo en tonterías, el primer capítulo comienza con una venganza placentera para los espectadores: Arya aniquila a todos los Frey de golpe envenenándoles con el vino en el mismo salón donde estos acabaron con Robb y Catelyn Stark. Y para hacerlo, nada como disfrazarse tras la cara de Walder Frey. Este momento marca también el tono del arco narrativo de Arya en esta temporada, su llegada a Invernalia y su fraternal enfrentamiento.Después de seis temporadas esperando pacientemente a que la Targaryen volviera a Poniente, por fin hemos visto a Daenerys pisar la que fue su casa, Rocadragón. Un momento ansiado y que alivia al espectador, que sabe que con esto, la recta final de la serie está ya enfilada. Daenerys pisa la arena de la playa, la toca y enfila hacia el castillo (por el pasillo de San Juan de Gaztelugatxe). La reina ha llegado.Uno de los nuevos villanos de la temporada ha sido Euron Greyjoy. Con su estilo de rockero pirata, trunca el intento de Daeneyrs y Tyrion de llevar la flota a Desembarco del Rey y de paso consigue un importante botín: hacer prisioneras a su sobrina Yara, a Ellaria Arena y a una de las hijas de esta. Es el tesoro que va a presentar a Cersei Lannister como su propia dote de boda.El reencuentro de Arya con su loba huarga Nymeria era algo esperado. En especial por los seguidores de los libros, que no olvidan las referencias a esa jauría de lobos que recorren los bosques de Poniente. Arya se encuentra cara a cara con ella y deja claro que ambas han cambiado, que ya no son crías, y que ambas deben de cuidar de los suyos. También es un momento que nos llevó a pensar qué dónde está Fantasma...Uno de los alicientes de las dos últimas temporadas de Juego de tronos es ver cómo se desarrollan los malvados planes de Cersei desde el Trono de Hierro. Tras su venganza con la septa Unella, en esta temporada se ha dado el gustazo de torturar a Ellaria Arena y a una de sus hijas, envenenando a esta última y obligando a la primera a ver cómo muere lentamente. La misma muerte que las Serpientes de la arena le habían otorgado a Myrcella Baratheon, la hija de Cersei y Jaime.Desde el inicio de la serie (y de los libros), los espectadores estaban esperando el encuentro entre Daenerys y Jon Nieve. Muchos deseando que haya una historia de amor. Otros esperando una alianza definitiva contra los Lannister. Y se han encontrado siendo ambos reyes, lo que ha dado pie a lo largo de la temporada al “hincar la rodilla”. Un tema resuelto al final en el penúltimo capítulo con Jon en la cama herido y diciéndole que será obediente a la Targaryen sin necesidad de postrarse ante ella. Lady Olenna, la Reina de las Espinas, fue la que envenenó a Joffrey, y no Tyrion. Esa verdad no se la esperaba Jaime, encargado de acabar con la matriarca de los Tyrell. Esa verdad, dicha cuando ya ha consumido el veneno que le ha ofrecido el Lannister, es una dulce venganza. Con un gran discurso se ha despedido esta temporada el personaje encarnado por Diana Rigg.No podía faltar en Juego de tronos una imagen de un dragón y un caballero con una lanza como si fuera San Jorge. Ha sido Jaime Lannister el protagonista durante una épica batalla (rodada en parte en Los Barruecos, Cáceres) en la que se ha visto a Daenerys, Drogon y los dothrakis arrasar con parte del ejército Lannister. Fuego, lanzas, flechas gigantes, escamas de dragón, Daeneyrs, Tyrion preocupándose por su hermano, Bronn en estado puro y Jaime casi ahogado. Esta batalla lo ha tenido casi todo.Los reencuentros entre los hermanos Stark han sido un tanto fríos. Quizá los espectadores teníamos más ganas de verles juntos que ellos. Pero también ha tenido su explicación. Bran es otra persona, una capaz de saber qué le ha pasado a sus hermanas (en algunos casos momentos vergonzosos) y qué podría pasar en el futuro. Arya es ahora una asesina impecable. Y Sansa tiene claro que lo quiere tener todo controlado y que ya no se deja llevar por pensamientos infantiles. Aún así, los tres encuentros entre Arya, Bran y Sansa han sido de lo mejor de la temporada.Y por fin hemos visto a Jon congeniar con un dragón. Desde hace mucho tiempo es una imagen que se quería ver (lo siguiente es montando él solo sobre uno, en el aire). Las teorías de que la ascendencia de Jon es Targaryen van cobrando forma con escenas como esta.Uno de los momentos más épicos de la temporada que no tiene que ver con batallas: ha sido la reunión de antihéroes para ir más allá del muro a buscar un caminante blanco para llevar a Desembarco del Rey como prueba de la amenaza norteña. Esa salida por debajo del muro, en grupo, ha recordado mucho a Los siete magníficos/Los siete samuráis. Es una buena mezcla de personajes. La pena es que no incluyeran a Brienne.Y ese mismo grupo acaba rodeado por el ejército de caminantes blancos en una pequeña isla en un lago congelado. Siguiendo con el estilo western, los siete magníficos se ven rodeados por los zombis como si fuera el asedio de los indios a un anillo de carretas. Solo dos dragones y su fuego lo pueden arreglar a favor de los héroes. Es la primera vez que se aprecia de forma tan directa (y espectacular) por qué la saga literaria se llama Canción de Hielo y Fuego.Dejando a un lado que nadie sabe por qué el ejército de caminantes blancos llevaba consigo un juego de cadenas gigantes para rescatar el cuerpo de un dragón muerto de debajo del hielo de un lago helado, ver cómo lo sacaban, sabiendo que se iba a convertir en una bestia-zombi ha sido estremecedor. Con un dragón en su bando, las fuerzas se equilibran entre el hielo y el fuego para la octava y última temporada...Casi todos los grandes personajes (solo faltaban Arya y Sansa) se han reunido por fin en un mismo escenario. Ha sido en Pozo Dragón (rodado en Itálica) para hablar de la tregua para afrontar todos juntos la amenaza que llega del norte. Un gran momento con buenos diálogos que ha dado pie a su vez al encuentro más íntimo entre Cersei y Tyrion.Desde antes de la sexta temporada sabíamos que la verdadera ascendencia de Jon Nieve era importante para la trama. Desde la entrega anterior ya estaba casi claro que iba a ser Targaryen. Este año Gilly le dijo a Sam que había un tal Rhaegar que había anulado su matrimonio para casarse después en Dorne con una misteriosa mujer. Y entre Sam y Bran nos lo han confirmado. Jon en verdad se llama Aegon y no es bastardo, es Targaryen.A lo largo de toda la temporada Meñique ha estado intentando engañar a Sansa y Arya Stark para que estas se enfrentaran. Pero al final, en uno de los momentos más satisfactorios de la temporada, los hermanos Stark (Bran incluido) han desenmascarado al gran conspirador de Juego de tronos, Meñique. Desde el primer capítulo de la primera temporada ha estado ahí malmetiendo por todas partes. Era el gran culpable de que comenzara la guerra entre los Stark y los Lannister/Baratheon. Arya no duda ni un segundo en ejecutar la orden de su hermana y le rebana la garganta con una daga que estaba dando muchas vueltras a lo largo de la temporada.Por fin los caminantes blancos han llegado al Muro. Y lo han pasado destrozando Guardaoriente. Nada como tener un dragón zombi que escupe fuego azul. El invierno por fin llegó a Poniente (incluso a Desembarco del Rey, con los copos cayendo...).