¿Un salto para evitar el Brexit?
Empresas y ciudadanos comienzan a buscar alternativas para operar sin problemas en la Unión Europea cuando se ejecute la salida de Reino Unido
Hace más de cuatro meses que Theresa May activó el proceso del Brexit convocando el artículo 50 del Tratado de Lisboa. Las negociaciones oficiales comenzaron hace dos y la incertidumbre de empresas y ciudadanos sobre qué pasará no hace más que aumentar.
El Banco de Inglaterra ha advertido de que el Brexit ya afecta a la economía británica, pues las empresas y familias se lo piensan dos veces a la hora de invertir en Reino Unido al no conocer aún las condiciones definitivas de salida.
La City londinense acoge a más de 250 bancos internacionales que emplean a miles de personas. El sector está empezando a mover ficha y buscar una nueva sede en el continente para que, cuando se produzca la salida de la Unión Europea, los bancos no tengan problemas para operar con sus clientes comunitarios. También Lloyd’s, una de las aseguradoras más importantes de Reino Unido, ha indicado que creará una nueva sede en Bruselas para sortear las restricciones que pueda provocar el Brexit.
Y el sector bancario no es el único que busca guardarse las espaldas: la aerolínea británica EasyJet ha solicitado un certificado de operador en Austria para poder seguir volando en la Unión Europea sin problemas cuando Reino Unido no sea miembro de la UE.
El embajador de Reino Unido en España se mostró esperanzado hace unos días, indicó que aunque el proceso de salida de la Unión no tiene vuelta atrás, ambas partes serán capaces de encontrar un acuerdo para mantener los derechos de las empresas y la población europea que reside en Reino Unido y viceversa.
Ciudadanos y empresas buscan desde ahora protegerse de la lluvia que cae y caerá sobre Londres cuando se ejecute el Brexit. Quizá esta chica —ataviada con botas, chubasquero y paraguas— que salta la pequeña riada que ha causado la lluvia londinense no solamente lo haga para superarla, sino también para tratar de alcanzar el territorio europeo y seguir disfrutando de los privilegios que hoy tienen los ciudadanos comunitarios. Unos privilegios que es posible que cambien a partir de marzo de 2018, fecha en la que Reino Unido abandonará definitivamente la UE.
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