Derecho al descanso
El derecho al descanso se ha visto desplazado por el derecho a divertirse y a disfrutar del tiempo libre en la vía pública. Además, cuando uno está trabajando parece que lo del descanso de los demás también pasa a un segundo plano. No debiera ser así. Ante el aluvión de llamadas comerciales en horas de descanso, y ante la queja de que a uno le despierten de su sueño y te espeten: “Oiga no se ponga así, que estoy trabajando”, yo practico y recomiendo contestar: “Y yo descansando”.— Pablo Martínez Sempere. Albacete.
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