_
_
_
_

El oasis filantrópico de la fama

Julia Roberts, Bono, Schwarzenegger, Serena Williams, Robert Downey Jr., o Malala trabajan solidariamente con Omaze

La actriz Julia Roberts y el cantante Bono, en un proyecto solidario de Omaze.
La actriz Julia Roberts y el cantante Bono, en un proyecto solidario de Omaze.

¿Se acuerda cuando el actor Idris Elba se ofrecía a ser su pareja de San Valentín? ¿O cuando Matt Damon jugó a crear misiones en plena calle y con espías improvisados al estilo Jason Bourne? Pues detrás de esas campañas se escondía una iniciativa solidaria orquestada por Omaze, una empresa que ayuda a los famosos a llevar a cabo sus labores filantrópicas de manera creativa, divertida y viral.

“Hay muchas estrellas que, como millonarios que son, necesitan sentirse un poco mejor con su riqueza. Se trata de personas influyentes que buscan canalizar de manera positiva su ascendencia y nuestro modelo les resulta sencillo y efectivo”, explica a EL PAÍS el cofundador y consejero delegado de la empresa, Matt Pohlson.

La idea se le ocurrió a él y a su amigo Ryan Cummins cuando estudiaban en la Universidad en Stanford. Acudieron a una gala benéfica en la que se subastó por 13.000 euros asistir a un partido de los Lakers junto a Magic Johnson. Como buenos estudiantes, su economía no les dio ni para empezar a pujar. Sin embargo, transformaron su frustración en un exitoso proyecto que bautizaron en 2012 como Omaze. ¿Por qué no crear un sistema de recaudación de fondos más parecido a una lotería con pequeñas donaciones de 10 dólares —unos 8 euros— y cuyo ganador pueda llevarse una experiencia inolvidable? Después de trabajar en la Fundación Clinton decidieron tirar de agenda y arrancar. Y aunque el principio fue duro —el primer proyecto fue salir en el programa Cupcake Wars y apenas recaudaron 612 euros— poco a poco fueron alcanzando renombre. Han colaborado con 200 organizaciones sin ánimo de lucro, realizado vídeos que suman más de 500 millones de reproducciones, tienen una plantilla de 67 personas y han recaudado dinero en 175 países.

Ryan Cummins y, a la derecha, Matt Pohlson, fundarores de Omaze.
Ryan Cummins y, a la derecha, Matt Pohlson, fundarores de Omaze.

Han apoyado causas como los derechos de los animales, la educación. Ayudado a bebés con VIH y personas que padecen leucemia. Y, sobre todo, entre sus aciertos está haber logrado que grandes personalidades se sumen a su equipo. Los actores Julia Roberts, Arnold Schwarzenegger, Robert Downey Jr., Neil Patrick Harris, la tenista Serena Williams, Malala o, más recientemente, Ben Stiller han colaborado con ellos. “Tenemos la suerte de lidiar con la parte más amable de estos famosos. Con nosotros siempre tienen un trato excelente”, dice Pohlson.

El actor Ben Stiller, en una campaña de Omaze para recaudar fondos para apoyar la educación de los niños en el mundo.
El actor Ben Stiller, en una campaña de Omaze para recaudar fondos para apoyar la educación de los niños en el mundo.

Su primer gran éxito fue la campaña que realizaron en el verano de 2013 con Bryan Cranston y Aaron Paul. En total, recaudaron 1,4 millones de euros entre quienes querían asistir al estreno en Los Ángeles, en autocaravana, con los protgonistas de la serie Breaking Bad. En 2014, se volvieron a encontrar con Magic Johnson y subastaron el mismo plan al que años antes no tuvieron acceso. “Le contamos la historia. Él está comprometido con usar su imagen para causas nobles. Definitivamente fue uno de los mejores momentos de mi vida”, confiesa Pohlson.

El secreto de su éxito es la creatividad y su capacidad de convertir el contenido en viral. Su mayor recaudación hasta la fecha fue la campaña que realizaron con Mark Hamill. Ofrecían participar en la última entrega de Star Wars. Recaudaron unos 3,7 millones de euros que fueron destinados a 15 organizaciones caritativas, pues cada miembro del reparto eligió una.

Sin embargo, de todas las historias que han vivido la que más le impresionó a Pohlson fue la de Chloe Howard, una chica de 15 años que sufría bullying por haber nacido con un pie torcido y sin uñas. Cuando su padre ganó a través de Omaze la posibilidad de estar en el backstage con Bono, el cantante de U2 aconsejó a la joven que convirtiera en fuerza toda su diferencia. “Vimos cómo esas palabras la transformaron”, recuerda. La historia de Chloe acabó siendo objeto de un documental y ahora ella se dedica a dar charlas y a escribir libros de autoayuda.

Cinco años después de su creación, Pohlson cree que ahora mismo las causas más urgentes son el cambio climático y la provisión de servicio médico a áreas como Sudán del Sur.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_