Madres con estrella

Digna del Carmen estaba embarazada de tres meses cuando le sobrevino una infección grave generalizada. Tenía 14 años, estaba soltera y había ocultado el hecho a sus padres. Vivía en un pueblo del occidente de Honduras perteneciente a la etnia indígena maya-chorti y era pobre. Cuando llegaron al centro de salud ya era demasiado tarde. No se pudo hacer nada por salvarles.

Cada día mueren en el mundo 830 mujeres por complicaciones relacionadas con el embarazo, el parto y el postparto. La mayoría de esas muertes tienen lugar en países de ingresos bajos y medios y gran parte de ellas podrían haber sido evitadas. Hace años que acabar con esta realidad es un objetivo prioritario y se han hecho avances considerables. Honduras es uno de los países que más ha progresado en la reducción de la mortalidad materna. En el periodo de 1990 a 2013 consiguió bajar esa tasa un 61%, pasando de 182 muertes por cada 100.000 niños nacidos vivos a 73, una cifra aún muy elevada pero inferior a la media de 85 fallecimientos que siguen teniendo lugar en los países de Latinoamérica y el Caribe.

Sin embargo, en el país centroamericano esta progresión esperanzadora se detuvo bruscamente lo que puso en evidencia que el arsenal estratégico de medidas que se estaban aplicando dejaba de ser efectivo. La compleja realidad sanitaria que se vive en las comunidades indígenas requería innovaciones en las respuestas para intentar garantizar una atención integral a las poblaciones más pobres mediante intervenciones continuas, oportunas y de calidad. Todo un reto para el equipo local del municipio Dulce Nombre de Culmi, en el sudeste hondureño, habitado por la etnia Tawakha, que tiene una de las tasas más altas del país en desnutrición y mortalidad materno-infantil.

En el centro de Salud de esta localidad olanchana, Franklin López, líder local de la Organización No Gubernamental (ONG) Predisan, se devanaba los sesos hace unos años con la mirada fija en un tablón que colgaba de la pared. Tenía dibujadas unas cruces negras, más de las deseadas, que no eran sino la triste representación del fallecimiento de aquellas mujeres que no habían sobrevivido la atención inadecuada de un parto en casa. Esta ONG recibe financiación de la Iniciativa Salud Mesoamérica, una asociación público-privada en la que participan el Banco Interamericano de Desarrollo, la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y las Fundaciones de Carlos Slim y Bill & Melinda Gates y que busca reducir las brechas de equidad en salud a las que se enfrentan diariamente las poblaciones más pobres de Mesoamérica.

Eran los orígenes del plan “Madre estrella”, una estrategia integral destinada a motivar a las mujeres en edad fértil y a las embarazadas a que siguieran unos controles pre y postnatales adecuados y a que sus partos fueran atendidos por personal cualificado. Inspirado en las planillas de pegatinas de estrellas tan habituales en la motivación infantil, establece una serie de compromisos cuyo cumplimiento permite a la madre recibir una estrella: entrar en el programa antes de las 12 semanas de gestación, asistir a un mínimo de 5 atenciones prenatales, dar a luz con personal cualificado a nivel institucional y recibir atención post-natal entre los 3 y 7 días posteriores al parto. El premio final si se consiguen todas las estrellas: un certificado y una canastilla con ropa y útiles para el recién nacido.

“Hace tres años que no tenemos ninguna muerte por maternidad en el municipio, asegura Wendy Miralda, la supervisora de enfermería de la ONG. Esperamos seguir así”. Y así siguen. Actualmente 8 de cada 10 mujeres en la zona son identificadas antes de las 12 semanas y casi todos los partos son atendidos en la clínica materno-infantil o en el hospital. Brenda, que con 18 años acaba de ser madre, muestra orgullosa su certificado: “Ser “Madre-estrella” es un reconocimiento de mucho valor en nuestra comunidad”, afirma con una enorme sonrisa en el rostro y su hija en los brazos.

*Hugo Godoy es especialista líder en protección social y salud del Banco Interamericano de Desarrollo