Derechos y seguridad

No existe ningún precedente en el que la defensa del discurso que insta a entender la seguridad y los derechos humanos como conceptos mutuamente excluyentes haya traído elementos positivos al conjunto de la sociedad. Las declaraciones cortoplacistas de Theresa May instando a no respetar, si fuera necesario, las normas de derechos humanos en la lucha contra el terrorismo, si bien han podido darle algún rédito político a su partido de cara a las elecciones generales, flaco favor les hace a la sociedad inglesa y de paso a la europea. En primer lugar, porque suponen una traición respecto de los principios sobre los que se asienta la concepción europea: democracia, Estado de derecho y derechos humanos. Después, porque figuras como las control orders, que permiten la retención de sospechosos, en su mayoría musulmanes, por tiempo indefinido sin ponerlos ante una autoridad judicial, suponen dar pábulo al extremismo religioso y fundamentalista. En la lucha contra el terrorismo no podemos sacrificar los mismos valores que intentamos preservar y que los extremistas nos intentan arrebatar. Lo contrario sería un sinsentido.— Juan Bautista Cartes Rodríguez. San Juan del Puerto (Huelva).