Viva la escalera de caracol

Convertir un problema en una oportunidad. Es uno de esos aforismos salido de una escuela de negocios o de la pizarra de una start up de Silicon Valley. Con las escaleras de caracol sucede justo lo contrario: la solución es un problema. El ahorro de espacio que se consigue con estas angostas escaleras en forma de espiral supone al mismo tiempo un inconveniente para subir y bajar. Eso, si no es como la del Museo de Arte Contemporáneo de Chicago (foto de abajo, en blanco y negro). “Creo que es la mejor escalera de caracol de todos los tiempos. Cuando la vi me excité, parece una vagina”, dice Sahin Baran, el creador de la cuenta de Instagram Worldneedsmorespiralstaircases (el mundo necesita más escaleras de caracol).

Comenzó a llenar Instagram con fotos de escaleras de este tipo. Hasta que en marzo de 2015 creó una cuenta exclusiva para agruparlas y sacarles más brillo. Ahora los usuarios pueden subir (y bajar) fotos de escaleras de caracol y etiquetarlas con el nombre de la cuenta.

Baran comparte cada día una con sus 65.000 seguidores. “Los edificios están llenos de ascensores. Este tipo de escaleras son mucho más auténticas e impactantes”, afirma. Baran no les ve ningún problema y las promociona con mucha elegancia. Debe haber salido de una escuela de negocios.