‘Despacito’, ‘La Macarena’ y el secreto que las une
El bilingüismo es la clave de la conexión de los dos éxitos mundiales. Lo que no sabíamos es que en el caso de Los Del Río se oculta una historia de pirateo
Por si no se ha enterado todo el mundo: Despacito, la canción de Luis Fonsi con Daddy Yankee (luego se incorporó Justin Bieber), va a ser el tema que bailes durante lo queda del año, y ya veremos hasta cuando. Han tenido que pasar 21 años para que otra canción en español siga similares derroteros. ¿Estamos ante el nuevo Macarena?
Aparte de su éxito transoceánico, ambas canciones tienen cosas en común. Una de ellas es que han triunfado no en su versión original, sino gracias a remezclas. Un momento: qué es una remezcla. Más o menos: una reelaboración de una canción que conserva partes del original, destinada generalmente a hacerla más bailable. Y eso era la versión que triunfó de Macarena. De hecho, el título completo de la canción que arrasó en 1996 es Macarena (Bayside Boys mix). Hasta Bill Clinton la utilizó (y la bailó) en su campaña para ser presidente de Estados Unidos.
“Previamente habíamos lanzado una remezcla en español de Macarena [conocida popularmente como La Macarena] que fue éxito en América Latina, cuando los futbolistas argentinos de la liga española lo pusieron de moda en su país”, recuerda José María Cámara, por entonces presidente de la compañía BMG en España. “Insistíamos a BMG en Estados Unidos para que la sacaran allí, y nos decían que no. De repente un día nos llaman y nos dicen que sí, que la van a sacar, pero quieren la versión en inglés. Les dije: ‘No existe una versión en inglés’. Y ellos: ‘Sí, sí existe: ¡es la que está triunfando!’. Resulta que alguien había metido a una chica a grabar el texto en inglés, y fue lo que produjo el milagro”.
“Había dos opciones: o denunciarlos y meterles en la cárcel por haber hecho piratería, o llegar a un acuerdo y comprársela. Y se la compramos”
José María Cámara, responsable del lanzamineto de 'Macarena'
Ese “alguien” eran los Bayside Boys, unos productores de Miami, que por su cuenta habían retocado el tema original y estaban petándolo en las discotecas de Florida. Entonces Cámara llevó a cabo una maniobra que ha hecho historia en la industria discográfica española. “Había dos opciones: o denunciarlos y meterles en la cárcel por haber hecho piratería, o llegar a un acuerdo y comprársela [esa versión]. Y se la compramos”, explica el ejecutivo. De ese modo, la versión pasó a ser de Los del Río, y el nombre de los Bayside Boys se relegó al título, como autores de la remezcla. La historia, bastante desconocida hasta la fecha, se conecta con la actualidad, con Despacito.
En el caso de Despacito, la versión original de Luis Fonsi (Puerto Rico, 39 años) con Daddy Yankee (Puerto Rico, 40 años) también estaba destinada a destacar solo en países de habla hispana. Pero de pronto apareció Justin Bieber (Canadá, 23 años). Una versión remix, con su nombre en la portada —Bieber aporta una introducción en inglés y unos simpáticos versos en español—, es la que está reventando las listas en Estados Unidos. “Es verdad que a Justin Bieber le ofrecerán cincuenta mil cosas, y que haya decidido hacer esto significa que el pop latino se toma más en serio que en otras épocas”, sostiene el crítico musical Víctor Lenore. “La generación de 17 a 27 no tiene los prejuicios anglófilos que había en los noventa”, añade.
El spanglish resultante es común en ambas canciones. En el caso de Macarena, ese añadido en inglés “la llevó a un territorio donde los anglosajones se encontraban cómodos: aquella señorita recitaba algo que les hacía entender la canción”, dice Cámara. Lo mismo ha ocurrido en el remix de Despacito con Justin Bieber: su introducción en inglés informa al oyente angloparlante de qué va el tema.
Despacito saca de su zona de confort a su intérprete principal, el relamido baladista Luis Fonsi, para adentrarlo en el terreno del reggaeton. La participación de Daddy Yankee, el de Gasolina, apuntala un giro que no todos se creen. “Sí, tiene algo de reggaeton, pero en el fondo es el sonido Miami de toda la vida”, opina el especialista Víctor Lenore.
Para Joaquín Hurtado, locutor estrella de Radiolé y experto en música en español, Luis Fonsi ha arriesgado demasiado con el cambio: “Con lo bien que iba este chico, haciendo buenos temas y estando bien considerado… Cuando desde Cristian Castro a Bustamante te tienen de referente, porque eres un buen baladista, ¿por qué haces Despacito? Creo que ha entrado en una espiral tipo Enrique Iglesias de hacer una canción cada año más tonta y va a ser peligroso salir de ahí”.
No sabemos cómo le irá en el futuro, pero el presente le sonríe. Si el objetivo de Despacito era convertirse en canción del verano, se ha quedado pequeño. Ya es la canción más vendida en Estados Unidos. También ha llegado al número uno en Francia, Alemania, Holanda, Austria y, por supuesto, toda Latinoamérica. El vídeo de la canción cuenta con 1.000 millones de reproducciones en YouTube en cuatro meses (solo Hello, de Adele, ha superado esa cifra). Es como si todos los habitantes del continente americano, de norte a sur, le hubieran dado al play. Lleva varias semanas siendo número uno mundial en Spotify.
Si el objetivo de 'Despacito' era convertirse en canción del verano, se ha quedado pequeño. Ya es la canción más vendida en Estados Unidos
Pero no todos son puntos de intersección con Macarena. El éxito de Los Del Río estuvo respaldado por su archifamosa coreografía, surgida espontáneamente. “Estaba de moda la coreografía para bailar, como en el tema Saturday night [de Whigfield, 1995], y fue la gente de la calle la que creó la famosa coreografía de Macarena”, afirma Cámara. Cuando la canción se hizo mundialmente popular, “vino a sustituir a la ola de los estadios, que había nacido en el Mundial de Fútbol de México, como expresión de júbilo. Es más completa, porque permite el baile individual y el colectivo”.
La gente se aprendió el baile gracias a un efectivo y multiétnico vídeo. “Anticipábamos la pluralidad a la que se dirigía Macarena. Se hizo adrede para hablar de la universalidad de la canción. Y también grabamos un tutorial que mandamos a todas las compañías de BMG del planeta para que todo el mundo aprendiera a bailar Macarena”, cuenta Cámara.
No sucede así con Despacito. “No tiene coreografía —señala Hurtado—, pero estamos a tiempo [se ríe]. De aquí al verano cualquier avispado puede montar una coreografía y que esto ya explote del todo”.
Aun así, para Joaquín Hurtado ambos fenómenos son comparables. “Totalmente. Estamos ante la Macarena 3.0”, decreta. “Yo la comparaba más con Living la vida loca, de Ricky Martin —explica Lenore—, pero esta mañana he entrevistado a Residente, de Calle 13, y al preguntarle por el éxito de Despacito me ha respondido: ‘Eso ya pasó con Macarena”.
Para José María Cámara, artífice del éxito de Los del Río, no hay color. “Pienso que Despacito conecta más con la Lambada [de Kaoma, 1989]. Y jamás será un éxito planetario como Macarena”, vaticina.”Tengo enmarcado el artículo que le dedicó la revista Time al final de aquel año, que decía: ‘Go away, Macarena’ [“Vete ya, Macarena”]. Estaban hasta las narices”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.