7 fotos¡Hoy toca chino! Los tres platos más saludables… y los tres peoresTenemos malas noticias sobre el pan de gambasTeresa Morales García11 abr 2017 - 08:08CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlace"La carne blanca proporciona proteínas de calidad con poca grasa. Además, las verduras, que habitualmente son zanahoria, judía o puerro, suelen estar cocinadas al dente, lo que hace que no pierdan parte de las vitaminas, como ocurre en cocciones excesivas. Y siempre obtendremos de ellas el aporte de vitaminas, antioxidantes y fibra”, concluye Anabel Fernández, directora de Nutrición y Dietética de Koa Center. En este sentido, la doctora Ana Luzón, vicepresidenta de la Asociación Española de Gastronomía y Nutrición (AEGN), recomienda "configurar un menú que contenga suficiente cantidad de alimentos de origen vegetal y no centrarlo únicamente en los de origen animal".Si se ha preguntado de qué está hecho este plato, que en los restaurantes chinos se sirve de aperitivo acompañado de salsa agridulce ('adictivo' para muchos, por cierto), he aquí la respuesta: “Es almidón de patata o de tapioca con pasta de pescado. En una gran mayoría de restaurantes se fríe en aceite de girasol. ¿Resultado? Algo más de 500 calorías (unos tres cruasanes) por cada 100 gramos. Casi todo el porcentaje es grasa de mala calidad, carbohidratos sin nada de fibra, y casi nulo aporte de vitaminas y minerales”, describe Anabel Fernández. La conclusión, en palabras de la experta, es clara: “Una bomba calórica con poco interés nutricional”.Es otra opción estupenda para la dietista-nutricionista, ya que, como indica, además de los beneficios de las verduras, “las gambas aportan un 20-21% de proteínas de calidad y un bajo contenido graso”. El consumo de proteínas de calidad es necesario para ayudar al cuerpo a reparar células y producir nuevas, así como para el crecimiento y desarrollo de niños, adolescentes y mujeres embarazadas, según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE UU.La masa está hecha con harina refinada. Llevan un pequeño relleno que puede ser de verdura, pollo, cerdo o ternera, y finalmente, todo se fríe. “Son más convenientes las empanadillas hechas al vapor. Aunque la harina siga siendo refinada, por lo menos le quitamos el añadido calórico de un plato frito”, recomienda la dietista-nutricionista. Según Fat Secret, la web de cálculo calórico y nutricional de los alimentos, las empanadillas fritas rellenas de carne pueden aportar 348 calorías por unidad (como una porción de pastel de chocolate). Con estos datos en la mano, en cuanto a dieta saludable se refiere (el exceso de calorías se vincula a la obesidad), rollitos de primavera también forman parte de los platos de restaurante chino que conviene evitar.Sí, existe vida más allá de la ensalada con lechuga. Esta versión con brotes de soja (los germinados de los granos de esta legumbre) trae consigo grandes beneficios. “Los brotes tienen propiedades similares a las hortalizas y aportan principalmente agua, vitaminas, minerales y fibra. Son ricos en carotenoides, vitamina C y permiten una fácil digestión”, comenta la dietista-nutricionista. Estos nutrientes, con un elevado poder antioxidante, ayudan a minimizar los efectos negativos de la oxidación celular y, en consecuencia, mantienen un adecuado funcionamiento del sistema inmune, según varios estudios.Para Anabel Fernández, este popular plato tiene más desventajas que beneficios. “Por un lado, los fideos se elaboran con harina refinada, que no aporta ningún beneficio a la dieta; lleva carne roja que además se saltea con aceites de poca calidad, y se acompaña normalmente de salsas con azúcar añadido, algo que está relacionado con aumento de peso, obesidad y diabetes”. Por regla general, como señala la doctora Ana Luzón, autora del libro 'Método Luzón, la dieta Gourmet (Ed. Sindicato del Gusto), “en los restaurantes chinos abundan las frituras, las salsas suelen estar ligadas con harina de maíz que enmascara el elevado contenido de aceite, y los arroces y los tallarines casi siempre se presentan fritos”.¿Es cien por cien saludable? “Nutricionalmente hablando, incluye algo de zanahoria y guisantes, y por ello proporciona las vitaminas y nutrientes propios de estos (algo de betacarotenos por la zanahorias y algo de proteína vegetal por los guisantes; y fibra por parte de ambos). Hasta aquí, todo correcto. Per lo menos bueno, por otra parte, es que el arroz que se usa es refinado, es decir, se le ha retirado la fibra y los nutrientes que la acompañan, lo que hace que la glucosa se eleve más rápidamente en sangre. Para que fuera un plato nutricionalmente acertado, habría que aumentar la cantidad de verdura del mismo [a veces, la cantidad es irrisoria], y elaborarlo con arroz integral”, concluye Fernández.