Amigos cantados
Los periodistas tenemos también que retratarnos, por nuestras amistades y enemistades
A ver cómo se arregla uno con este toro: la Audiencia Nacional llamará a declarar como investigado al antiguo gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO, por sus siglas en castellano), por su actuación en cuanto a la salida a Bolsa de Bankia. Por los mismos hechos, llamará también a Julio Segura, expresidente de la CNMV. De forma paralela, un tal Gabriel Rufián, diputado de modales tabernarios, se ha atrevido a comparar a Jordi Pujol con José Antonio Griñán.
Buenos días para la infamia. Como periodista debo decir que se me complican mucho las cosas, porque no quiero permanecer ajeno a acontecimientos como estos. Ambos hechos tienen relación porque ponen en solfa ante el público (como debe ser en una democracia) la honorabilidad de personas que yo creo está por encima no de cualquier sospecha, sino de sospecha en torno a su actividad profesional o política. Conozco personalmente a MAFO y a Julio Segura. Debo decir que los dos me parecen enormemente respetuosos con el dinero público, con la actividad pública en general, y que no dudo ni por un momento que hayan hecho lo que consideraban que era lo mejor para este país y para las instituciones que dirigían. A José Antonio Griñán apenas le conozco, pero sé que no ha amasado dinero con su actividad pública ni ha montado una mafia familiar, como los Pujol.
Debo contar esto porque soy periodista, y como tal quizá juegue algún papel en la historia futura de estos personajes, y no quiero que nadie se llame a engaño a este respecto: creo firmemente, y con fundamento, que los tres encausados pueden haber cometido algún error, pero no deben ser arrojados al saco de la basura por juicios apresurados a los cuales somos tan aficionados muchos periodistas, muchos políticos, y los consumidores de cañas en general. No simpatizo nada con el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, pero creo que, en el caso de los tres hombres de los que hablo, se trata de hacer un linchamiento para poner en cuestión sus políticas. No hay nada más equivocado que relacionar a, por ejemplo, Julio Segura con el conocido defraudador José Antonio Moral Santín. Los dos procedían del mismo PCE, pero el primero no se ha llevado un euro de donde ha estado. De MAFO se puede decir algo muy parecido: no tiene nada que ver con, por ejemplo, Hernández Moltó, aunque vengan del mismo PSOE.
Los periodistas tenemos también que retratarnos, por nuestras amistades y enemistades. Yo ya he dicho quiénes son mis amigos en esta guerra.
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