De saldar deudas en el bar a convertirse en la mejor coctelera de América
Ivy Mix presenta en Madrid los cócteles de Leyenda, el bar de inspiración latinoamericana que regenta en Nueva York
Lo primero que uno piensa cuando escucha su apellido -Mix- es que se trata de un guiño a su profesión y no del nombre real que aparece en su documento de identidad. Sin embargo, no es así. La coctelera estadounidense Ivy Mix empezó a trabajar como galerista de arte. Hasta que un viaje a Guatemala le descubrió algo que su padre ya había intuido mucho antes, que su sitio estaba preparando cócteles detrás de la barra de un bar. “Cuando le conté a mi padre que dejaba el mundo del arte para dedicarme a la coctelería sólo me dijo: ‘Obviamente, con ese nombre no podías dedicarte a otra cosa”, recuerda Mix, años 30, entre risas.
En sus dos primeros meses en Guatemala no salía del bar. Bebía y el camarero se lo apuntaba en una cuenta. Llego un moemnto en el que la deuda alcanzó unos niveles inabarcables para Ivy. “Como no podía asumirla, empecé a trabajar allí para pagar todo lo que debía. Y fue como una revelación. Disfrutaba creando bebidas en la barra y descubrí que podía ganarme la vida haciendo algo por lo que yo pagaría”, explica.
“Cuando le conté a mi padre que dejaba el mundo del arte para dedicarme a la coctelería sólo me dijo: ‘obviamente, con ese nombre no podías dedicarte a otra cosa”
Estos días, Ivy está en Madrid participando con Seagram’s en el Only You Hotel Atocha. Se trata de trasladar a la capital española el estilo neoyorquino. Durante cuatro meses, hasta el 31 de marzo, ofrecerán gastronomía norteamericana reinterpretada por chefs y acogerá las coctelerías. El alma de Leyenda, la coctelería de inspiración latinoamericana que Ivy Mix regenta en Brooklyn (Nueva York), también estará en Madrid hasta finales de enero. Mes en el que bastará con cruzar la puerta del Only You Hotel Atocha para poder disfrutar de los cócteles que han conquistado el barrio más moderno de Nueva York.
“Leyenda está en pleno corazón de Nueva York, pero es un bar de inspiración latinoamericana. Por eso nuestros cócteles son muy vistos y llevan flores y hojas de piña, entre otras cosas”, comenta en un castellano casi perfecto. Los cuatro años que Ivy Mix pasó en América Latina, además de servirle para dominar el idioma, le valieron para trasladar los elementos de una naturaleza tan rica como la de Guatemala al mundo de la coctelería.
Su pasado como galerista de arte también ha desempeñado un papel fundamental en este plano. Ivy ha traspasado sus conocimientos al mundo de la coctelería y el experimento ha dado lugar a pequeñas obras de arte en forma de copa. “La parte visual es tan importante como el propio trago. Antes de beber de la copa vas a verla, Por eso innovar en la presentación y cuidar cada detalle es indispensable. Cuando un cóctel se ve feo o está servido en un vaso que no es el correcto la primera sensación que genera, incluso sin haberlo probado, es de rechazo”. ¿El resultado? Combinados que unifican lo tropical y lo contemporáneo en un mismo trago.
“A los clientes les da pereza leer la carta porque los cócteles llevan muchos ingredientes. Por eso hay que cuidar la manera en que los describimos. Yo nunca incluyo las palabras 'jarabe' o 'sirope' porque a la gente le asustan. Si lleva sirope de vainilla sólo pongo 'vainilla'. Es más sencillo y facilita la lectura”, reconoce. Tras casi diez años de experiencia en el sector, Ivy ha llegado a la conclusión de que la vía más rápida es preguntar al cliente qué tipo de bebida suele tomar para dar con un cóctel acorde a sus gustos.
“Para que el negocio funcione es fundamental hacer una carta de cócteles en la que haya bebidas para todo tipo de personas”, señala. Además de ofrecer una ecléctica selección de combinados, Leyenda informa sobre cada detalle de las bebidas que pone a disposición del público. “En la carta, al lado de cada coctel aparece un dibujo del vaso en el que va servido. A muchos hombres les echa para atrás beber en determinadas copas porque piensan que son femeninas, y de esta forma saben de antemano lo que están pidiendo”. Mientras cuenta esto, Mix hace hincapié en que, sin embargo, esto no parece que ocurra en España. “Anoche un grupo de hombres estaban tomando un cóctel rosado servido en el clásico vaso triangular de Martini y llegaron a pedir varias rondas del mismo. Me pareció fantástico, los cócteles no deberían tener género”.
“En la carta, al lado de cada coctel aparece un dibujo del vaso en el que va servido. A muchos hombres les echa para atrás beber en determinadas copas porque piensan que son femeninas, y de esta forma saben de antemano lo que están pidiendo”
Desde el surgimiento de los speakeasy (bares clandestinos que servían alcohol de forma ilegal en Estados Unidos durante la Ley Seca) el universo coctelero ha ido orientado hacia los hombres, que son los que más frecuentaban este tipo de locales y más alcohol consumían. Casi 100 años después, Ivy reconoce que sigue siendo complicado abrirse paso en un área que siempre ha sido tan masculina. “Cuando una mujer quiere ser coctelera y va en busca de trabajo lo primero que le preguntan es si aguanta de pie 10 horas, si puede agitar la coctelera durante tantas horas o si es capaz de cerrar la barra sola. Los dueños son hombres generalmente y tienden a creer que las mujeres somos más débiles y que necesitamos de su ayuda”. Sin embargo, esta serie de prejuicios no han impedido que Ivy Mix se convirtiera en 2015 en la primera mujer reconocida como Mejor bartender de América al ganar el prestigioso premio Tales of The Cocktail. “Lo cierto es que cada vez hay más mujeres dedicándose a esto. En mi bar trabajan cinco mujeres y sólo dos hombres”.
Otra de las cosas que uno se pregunta al hablar con un maestro de la coctelería es cuánto le tiene que gustar el alcohol para pasar noche tras noche probando cada cóctel que elabora. “A mí siempre me ha gustado beber. Creo que empecé con los mojitos porque son más fáciles y no es una bebida muy fuerte”, responde. “Existen todo tipo de cócteles y cada uno va bien en diferentes momentos del día. Por ejemplo, la mejor forma de pasar la resaca es tomando un Corpse Reviver [cóctel normalmente elaborado a base de ginebra y absenta]. Pero trabajando apenas bebes porque sólo pruebas un mínima cantidad de las bebidas que sirves para asegurarte de que el sabor que tiene es el bueno”. ¿Es esta la mejor parte de ser coctelero? Lo mejor sin duda es la hospitalidad, tratar con los clientes y recibirlos en tu local es muy gratificante”.
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