La pinza
Con el ascenso al poder de Trump, y su no aclarada relación con Putin y el Brexit, existe un riesgo no despreciable de que se establezca una pinza contra Europa. No sería extraña una coordinación que fuera en detrimento del comercio y las inversiones en nuestra Unión. No se ve en los países europeos, entretenidos con sus riñas de vecindad, un impulso de avanzar en la unión y crear los mecanismos necesarios para paliar los probables efectos de esta situación; es más, no se vislumbra una figura carismática capaz siquiera de insinuar ese avance en la cohesión. No queda mucho tiempo y la tarea es ingente. No perdamos más tiempo en localismos y preparémonos para lo que puede venir.— Eduardo Llorente Herranz. Madrid.
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