Negar la evidencia

Como madrileño sufridor de la contaminación, me parece bien que el Ayuntamiento tome las medidas necesarias para mejorar nuestra salud. Pero estoy en contra de permitir la circulación dependiendo de si la matrícula es par o impar. La gasolina es una mezcla de hidrocarburos de entre 4 y 12 carbonos y no produce apenas ni óxidos de nitrógeno ni materia en suspensión (partículas de 10 o de 2,5 micras, cancerígenas), que es lo que se quiere combatir. El diésel es una mezcla de hidrocarburos mucho más larga, de entre 10 y 20 carbonos de cadena, que sí produce abundantes óxidos de nitrógeno y partículas y que hay que controlar, sobre todo en los vehículos más viejos, que contaminan 30 veces más que los nuevos. Pero con las mismas, ¿qué hacemos con los autobuses urbanos de diésel, que deben ser muchos todavía? ¿Y con los camiones de reparto, todos diésel, independientemente de sus matrículas? ¿Y con las calefacciones con gasóleo de calefacción?— Antonio Arias. Madrid.