_
_
_
_

Sexo cualitativo, no cuantitativo

La juguetería erótica y la paciencia, armas infalibles de la sexualidad en la tercera edad

El propio médico personal de Juan Belmonte confirmó que la única espantá del matador de toros fue pegarse un tiro por no soportar envejecer. Afrontar la tercera edad es básico para encarar la vida. Y con sexo resulta mucho más fácil.

El sexo favorece la producción de testosterona de forma natural y placentera
El sexo favorece la producción de testosterona de forma natural y placenteraGETTY

Reconozco que leer la noticia firmada por Juan Tallón me produjo mucha tristeza. Jamás me hubiera planteado que llegaría un día en el que ese recién nacido del uno de enero costara encontrarlo. Después de saber que diciembre es el mes con más sexo de todo el año, asumamos que enero es el mes de las defunciones. Los datos del INE reflejan quiénes somos y en cada nota de prensa lo dejan más claro: nos morimos más que nacemos; somos una población envejecida. Es más que necesario que vayamos acostumbrándonos a que nuestros ritos sexuales cambian con la edad. Fuimos una hoguera sexual, ¿quedan brasas? ¡Mantengámoslas!

Empecemos por decir que el sexo después de los 50 tiene sus ventajas. Los embarazos no deseados dejan de ser un problema y, con poco que pongamos de nuestra parte, no nos amilanaremos cuando nos metamos en una cama. Las desventajas también las conocemos. Personalmente, agradezco enormemente el triunfo de modelos con canas, tanto mujeres como hombres. Máxime cuando el bisturí no ha perpetrado su trabajo. Yazemeenah Rossi incluso se graba desnudándose y entre sus secretos de belleza incluye el sexo.

Yazemeenah Rossi. Modelo a los 60 años. El sexo diario es uno de sus secretos de belleza

Para Carolina Armero, el sexo es una de las mejores inyecciones de vida que existen. Como entrenadora sexual, lo que ahora llamamos coach, encuentra en los juguetes sexuales uno de los mejores instrumentos para mejorar la vida sexual. Máxime para la tercera edad. "A partir de cierta edad es normal que nuestro propio cuerpo nos impida ser unos atletas sexuales. Los juguetes sexuales pueden ayudarnos a seguir disfrutando con el sexo. Los juguetes complementan lo que no podemos conseguir o mantener por la edad como la erección y ejercitan músculos que mejoran nuestra vida. Y lo mejor: solos o acompañados". María tiene 80 años y tras la muerte de su marido entró en un proceso de estrés y depresión. Carolina Armero llevó los juguetes eróticos a su vida. Dildos, vibradores y bolas chinas. Con los primeros aprendió a relajarse, con las últimas (que no dan placer, sino que ejercitan la musculatura del suelo pélvico), se ha convertido en la única mujer de su entorno que no necesita pañales de ningún tipo para contener las odiosas pérdidas de orina. "A mi generación se le ha negado el sexo absurdamente", sentencia.

Cuánta razón tiene María... Nuestras bisabuelas tuvieron más libertad sexual que nuestras abuelas e incluso más que nuestras madres. Y no se sonrían, señores; educación sexual, tampoco recibieron.

Sesión de baile para mayores en la sala madrileña La Rosa
Sesión de baile para mayores en la sala madrileña La RosaKike Para

La testosterona es lo que provoca el deseo y la clave de la sexualidad masculina. Si durante la adolescencia se traduce en poluciones nocturnas y durante años hay erecciones matutinas, a partir de los 40 años la testosterona que produce el hombre disminuye un 1 % al año. Es una disminución normal, gradual, que simplemente, envejece. Sin embargo, entre los 40 y los 50 años, un 15 % de los varones tienen menos testosterona de la que les corresponde por edad. Y esto también los lleva a ser carne de cañón. Más del 20 % de los hombres entre 50 y 65 años sufren depresión y es precisamente por culpa de esa mal llamada pitopausia. Cuenta la leyenda que Juan Belmonte se suicidó porque ya no se empalmaba ni follaba como antes. Su médico personal confirmó que fue la vejez lo que le hizo apretar el gatillo; sus amigos apuntaron que fueron sus empalmes. José Luis Arrondo, jefe de la Unidad de Andrología del Estudio Médico Navarro y vicepresidente de la Academia Española de Sexología y Medicina Sexual señala que lo mejor es centrarse y echarle el tiempo que haga falta a ese polvo por muy esporádicamente que se materialice: "Centrémonos, sin prisas, en ese acto sexual; lo tengamos cuando lo tengamos y con la frecuencia que sea. Además del inmenso placer que nos reporta una orgasmo, en cada uno de ellos incrementamos los niveles de testosterona. No hay forma más natural ni sencilla. Sin pastillas y sin medicamentos. Ya lo dice el dicho: Lo que no se utiliza, se atrofia. A lo que yo añado: lo que se utiliza, se espabila".

Bienvenido sea el gustazo. Espabilemos, señores.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_