_
_
_
_

Tania Boler, 'el Apple del bienestar femenino'

PEDRO ÁLVAREZ

TANIA BOLER (Londres, 1976) siempre le ha gustado llevar la contraria. “Constantemente sacaba temas de los que se suponía que no se debía hablar”. Lo que en otro habría pasado por inconformismo juvenil acabó convirtiéndose en el leitmotiv de su carrera. Licenciada en Psicología en Oxford, máster en Desarrollo Internacional en Stanford, y con un doctorado sobre embarazo adolescente y VIH por la London School of Hygiene and Tropical Medicine, el currículo de esta experta en sexualidad y salud reproductiva, autora de varios libros, solo es comparable al trabajo de campo que desde el principio de su trayectoria la llevó a viajar a diversos países para trabajar con niños desfavorecidos con la organización ActionAid. En 1999, con la epidemia del sida golpeando de forma inmisericorde en África, algo hizo clic en su cabeza: “El VIH estaba dejando a muchos niños huérfanos. Pero hablar de sexo era tabú. Ahí empecé la labor que aún realizo: normalizar la conversación sobre cómo nos relacionamos con nuestro cuerpo”.

En 2006, aceptó un puesto en la ONU como directora del equipo para la prevención del VIH. El cargo acabó en desilusión. “En las Naciones Unidas están representados países donde, por ejemplo, la homosexualidad está prohibida. En prevención del VIH la consigna consistía en disuadir a la gente de mantener relaciones sexuales”. De la ONU pasó a la ONG británica de salud reproductiva Marie Stopes, pero su siguiente clic llegó a raíz de su primer embarazo. Durante la preparación al parto le advirtieron de la importancia de realizar ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico. Boler se consideraba –y con motivo– experta en el cuerpo femenino, pero admitió perpleja sus múltiples lagunas sobre este asunto. Indagó y descubrió que alrededor del 80% de las madres recientes y una de cada tres mujeres sufren el debilitamiento de estos músculos debido al embarazo y al parto, la edad o la práctica de deportes de impacto, lo que puede provocar incontinencia, dolores de espalda y disminución del placer sexual, entre otros problemas.

Tania Boler, en la sede de la compañía Chiaro en Londres. Aquí nació Elvie, dispositivo para fortalecer el suelo pélvico que se conecta con una app del teléfono móvil.

Boler concibió un dispositivo wearable (para llevar puesto) que respondiera a esta necesidad y lo presentó a un concurso de innovación promovido por el Gobierno británico. En aquel momento ni siquiera existía un prototipo; solo un concepto bien desarrollado, el convencimiento de que había demanda para un producto así. “Me disgustaba que no existiera tecnología para ejercitar esa parte del cuerpo. En cualquier otra área de wellness eso sería impensable”. Su propuesta ganó una subvención de 100.000 libras y en 2013 fundó Chiaro, start-up centrada en la salud y el bienestar femeninos.

Tras debutar con éxito en Londres y Nueva York, acaba de ponerse a la venta en España por 199 euros.

Las oficinas de Chiaro se ubican en el centro de Londres. Sobre una bandeja descansa Elvie, una pequeña cápsula ovalada de silicona que es la materialización de aquella premiada idea. Su creadora define Elvie como un entrenador del suelo pélvico que se inserta en la vagina como un tampón y plantea ejercicios para fortalecer la zona. El aparato se conecta por Bluetooth a cualquier teléfono iPhone o Android y, gracias a sus sensores de fuerza y movimiento, monitoriza el entrenamiento en tiempo real y ayuda a las usuarias a corregir y mejorar su técnica. Tras debutar con éxito en Londres y Nueva York, acaba de ponerse a la venta en España por 199 euros. “Unas 10.000 mujeres están usando Elvie en este momento. Hay tres grupos principales: madres, millennials a las que les gusta competir entre sí y mujeres de más de 60 años. Entre estas últimas, en algunos casos llevaban décadas con problemas; en 10 días de uso ya empiezan a notar resultados”.

Boler tiene previsto en 2017 presentar un segundo producto pensado por y para mujeres. “Yo no planeé fundar una empresa tecnológica, solo quería desarrollar un dispositivo específico. Pero ahora que estoy aquí me doy cuenta de que esta industria ha pasado por alto completamente nuestras necesidades; como mucho, a un teléfono le cambiaban el color. Hay un gran movimiento feminista extendiéndose en todo el mundo, pero hasta ahora no existía una marca femenina global capaz de combinar un diseño atractivo con tecnología inteligente. Es a lo que aspiramos nosotros; queremos ser el Apple para la salud de la mujer”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_