Sin noticias de Qatar

A pesar de la fama mundial de Al Jazeera, si uno quiere enterarse de lo que está pasando en Qatar no recurre a esa cadena de televisión sino al portal de noticias Doha News. Hasta el 30 de noviembre, cuando los residentes en ese rico emirato se encontraron con que el sitio había sido bloqueado. Mientras indagaban el motivo de la medida, sus editores colgaron el contenido de un dominio alternativo que también ha dejado de funcionar.

“Hemos llegado a la conclusión de que se trata de algo intencionado (…) es un acto claro de censura, y bastante inusual en Qatar”, escribían el domingo siguiente al anunciar una reducción de su actividad hasta que lograran aclarar la situación.

Las autoridades mantienen silencio, pero las dos compañías de telecomunicaciones del país han reconocido que la página web está restringida en Qatar “por problemas relativos a la licencia”. Ambas remiten a los Ministerios de Cultura y Economía. Doha News, que lleva ocho años operando y asegura tener un millón de usuarios únicos al mes, rechaza que pueda tomarse esa medida por un asunto administrativo.

Desde el lanzamiento de Al Jazeera en 1996, Qatar se ha vanagloriado de respetar la libertad de información en una región donde esta es un bien escaso. Incluso acoge desde 2007 el Centro Doha para la Libertad de los Medios. Sin embargo, la práctica está resultando más complicada que la teoría. El año pasado, un equipo de la televisión británica BBC y otro de la alemana WDR fueron detenidos cuando intentaban hacer sendos reportajes sobre el trato a los inmigrantes que construyen las instalaciones para el Mundial de Fútbol de 2022.

A falta de una explicación oficial, los observadores especulan con algunas de las informaciones más osadas de los últimos meses. El pasado octubre, un editorial denunciaba que la ley contra los delitos cibernéticos estaba siendo utilizada para silenciar las voces críticas y pedía su derogación. Poco antes, publicó un artículo de un gay catarí sobre la falta de tolerancia hacia la homosexualidad en un país que castiga la sodomía hasta con tres años de cárcel y las relaciones fuera del matrimonio con la flagelación.