Me robaron una foto para hacer camisetas de Arctic Monkeys y el grupo intentó denunciarme a mí
El fotógrafo español Alberto Van Stokkum publicó en Rolling Stone una foto de Alex Turner fumando que ha acabado estampada en millones de camisetas sin su permiso
¿Qué puede llevar a alguien a conservar durante años una colilla ajena dentro de una bolsita de plástico? Alguien que no sea un demente o un psicópata, se entiende. Alguien como el amigo del fotógrafo español Alberto Van Stokkum, que recogió hace años el cigarro que le arrojó Alex Turner mientras le hacía una sesión de fotos para la revista Rolling Stone. Poco después, esa imagen se hizo viral y se convirtió en un retrato icónico del líder de los Arctic Monkeys, hasta acabar impreso en millones de camisetas, fundas de iPhone y todo tipo de merchandising a la venta en los puestos de Candem (Londres) y tiendas online de todo el mundo. Alberto no solo no ha reivindicado la autoría de esa estampa ni ha intentado denunciar a quienes se lucran a su costa, sino que encima ha tenido que dar explicaciones a los abogados del grupo que le contactaron pensando que estaba haciendo negocio sin permiso.
¿Cómo surgió la foto? ¿Fue un encargo o un proyecto personal?
“Preferí pasar de todo y quedarme con el orgullo y la experiencia de ser el autor anónimo de todo ese ‘merchandising’”
Todo esto sale de una llamada de Rolling Stone contactándome para hacer unas fotos a un grupo. Cuando me dijeron que eran los Arctic Monkeys casi palmo. Soy mega fan. Disimulé, evidentemente, y aunque me dijeron que no había presu, respondí que me daba igual, que lo hacía gratis y me llevaba a dos colegas diciendo que eran mis ayudantes. Desde la revista me advirtieron de que los músicos tenían mala leche y poca disposición a las sesiones de fotos, cosa que me preocupó. Imaginarme a Alex Turner echándome del set me parecía una imagen horrible.
¿Te acojonaba esa fama de mala hostia de los miembros del grupo?
Al principio estaba cagado. Normalmente, me importa bien poco quién sea el personaje, pero ser fan es jodido. Llegamos al Palacio de los Deportes y estuvimos esperando unos veinte minutos. Había bastante presión, ya que era el único tío que les iba a hacer fotos en todo Madrid, ya que éramos el único medio que los había conseguido tener. Salió el manager y me dio una especie de cursillo rápido de lo que podía y no podía hacer. Teníamos que empezar a hacer las fotos mientras hacían la prueba de sonido y me dijo que molestase lo menos posible.
Menuda presión. Como si no tuvieras suficiente con tus nervios de fan.
De repente, ahí estaba yo y mis dos colegas en un puto concierto privado para nosotros solos. Tocaron cinco o seis temas. No habían pasado ni cinco minutos haciendo fotos y ya me estaba riñendo el manager porque me había subido al escenario y con todo el subidón me puse a metro y medio hacerle fotos. El tío me empezó hacer gesto con cara de mala leche pero, qué coño, eso no pasaba todos los días así que me hice un poco el loco y seguí dejando un poco más de distancia entre ellos y yo.
Pero la foto usurpada por vendedores de camisetas y merch es un posado, ¿no?
Sí, después de esa sesión tocaba hacer otras más posadas. Me daban 30 minutos para hacer fotos de la banda y luego de cada miembro. Localicé una pared blanca y los lleve para allá así que pensé “voy a empezar por las fotos de banda”. Tenía la intención de dedicarle más tiempo a Alex que al resto, así que intenté medir bien los tiempos. Estaba claro que el que más rollazo tenía era Alex, a los demás se veía que se la sudaba bastante, sobre todo al bajista. Me reservé los últimos 10 minutos para dedicárselos a él. Yo estaba venga a pensar cómo ingeniármelas para no hacer solo la típica foto así que le eché huevos, me acerqué a él y empecé a explicarle lo que había pensado.
¿Le pareció bien tu idea de hacer fotos diferentes y lo de lanzarte el cigarro?
Me miró sin muchas ganas y me dijo que “oquei”, que lo que yo quisiera. Justo había hecho su cambio de look y la verdad que era brutal. Pelo engominado en plan rockabilly y chaqueta de cuero. Le di un cigarro y empecé a hacerle fotos mientras se lo encendía y fumaba. El tío lo hacía que te cagas. De hecho, en ese momento vi el aura, esa aura que solo tienen las súper estrellas. Yo ya estaba muy arriba, así que le dije “tírame el cigarro cuando yo te diga”. Me miró y me dijo “¡qué dices! ¡estás pirado!”. Yo insistí y se empezó a descojonar “¡te voy a quemar!”. Preparé el encuadre y dije 3, 2, 1… ya. En ese momento me iluminó Dios y me concedió la foto que había imaginado.
Vamos, que Alex Turner se convirtió en tu marioneta. Lo manejaste a tu antojo.
Conseguí que lanzara el cigarro a cámara y quedó perfectamente congelado en el mejor punto posible, un puto milagro. Se la enseñé y la verdad que no sé si entendió muy bien la dificultad de hacer esa foto o de la suerte que había tenido. Me levantó el pulgar y me dijo "increíble". Yo ya estaba muy arriba, así que seguí haciendo alguna foto más. Hice mi última intentona y le dije que escupiera. En ese momento se le cambió la cara y me dijo que ni de coña. Me pasé de listo. Por cierto, uno de mis colegas guardó desde entonces la colilla de Alex en una bolsita de plástico. Tenemos su ADN.
¿Cómo que tu amigo tiene guardada la colilla en una bolsa? ¿Es un psicópata?
Mi amigo es muy de esas cosas. Le gusta guardar recuerdos de todo. Lo recogió y lo metió en una bolsita de plástico. Al salir me lo enseñó y empezamos a partirnos el culo y a fantasear con que podíamos incriminarlo en alguna movida o clonarlo. Ya sabes, gilipolleces entre cañas. Es una bolsita de estas que se cierran como ziploc, la de los porros.
Y, después de eso, ¿publican tu foto en la portada de Rolling Stone y te olvidas?
Sí, publicaron la de portada y otras y luego las colgué en mis redes y web. No es porque las hiciera yo, pero quedaron de la leche. Luego, al cabo de un año, el amigo que conserva el cigarro en una bolsa me mandó una foto desde Candem en la que aparecían unas camisetas con mis fotos. Evidentemente, flipé. Positivamente, porque me hacía ilusión. A partir de ahí me empezaron a llegar multitud de mensajes de gente que veía las camisetas por ahí. Las vendían, y aún venden por tiendas online, también hay pósters, pegatinas, fundas de iPhone, etc. Y ahí sí que pensé “joder esta peña está ganando pasta con mi foto y yo no”.
¿Nunca valoraste emprender acciones legales contra los que se están lucrando con tu foto?
Lo consulté con un abogado y la cosa no tenía buena pinta. Era todo muy complicado y difícil de localizar. No es como el caso de un colega que cobró 15.000 euros de H&M porque le pillaron una foto sin permiso y con eso se montó un estudio en Barcelona. En mi caso es imposible, a no ser que te sobre la pasta y tengas mucho tiempo libre. Preferí pasar de todo y quedarme con el orgullo y la experiencia de ser el autor anónimo de todo ese merchandising.
Pero, al final, te están robando. Tienen beneficios sin que tú veas un penique.
Nunca pienso que me están robando, porque al final estas fotos ya me han dado mucho a nivel profesional y me ha salido curro a partir de ellas, sobre todo en música. Tampoco sabría calcular la pasta que están haciendo a mi costa, solo sé que las camisetas las venden a 25 libras pero poco más. La verdad que la camiseta mola, tengo pendiente comprarme una. Jajaja. Aunque no parece que la imagen tenga mucha calidad, deben haberla pillado de mi web, o de Tumblr, o de la web de Rolling Stone, no lo sé. Al final, los fans las compartieron mucho y salieron por mil sitios.
Te has convertido en autor de una imagen icónica. Como los fotógrafos que hicieron las de Kurt Cobain, Bob Marley, Che Guevara…
Ahora no recuerdo bien, pero las fotos míticas de Bob Marley y el Che sí que tenían una buena historia detrás. Lo mejor de mi historia todavía no te lo he contado. Y es que hace pocos meses me llegó un mail con el asunto “Arctic Monkeys shooting”. Yo justo salía del cine y al chequear el mail y verlo así rápido pensé “no jodas, quieren más fotos”. Pero al leerlo después todo, la cosa cambió. Era un mail en un tono bastante raruno, insinuando que yo estaba explotando las fotos sin su consentimiento.
¿Los abogados de Artic Monkeys persiguiéndote a ti, el perjudicado por esos piratas?
“Estoy seguro de que Alex Turner se acuerda de mí. No creo que muchos fotógrafos le hayan pedido que les tire un cigarro y les escupa”
Ya, es un poco loco pero, aunque evidentemente yo tenía la conciencia muy tranquila, me fui a la cama un poco preocupado. Al día siguiente me puse en contacto con una amiga que curra en Live Nation y ya había tratado con ellos. Le conté a ella toda la movida y nada, mi amiga les llamó y quedó todo cristalino.
Acepto que no reivindiques la autoría, pero al menos dile a Alex Turner que te invite a una birra, ¿no?
Ni lo he reivindicado ni tampoco sabría cómo hacerlo. Y Alex Turner estoy seguro de que se acuerda de mí. No creo que muchos fotógrafos le hayan pedido que les tire un cigarro y les escupa.
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