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Si quieres estar perfecta, haz lo que te dé la gana

Celia de Molina, Ignacio Mateos y Javier Giner.
Celia de Molina, Ignacio Mateos y Javier Giner.Samuel Sánchez

La actriz Celia de Molina decidió crear ella misma uno de los papeles más atrevidos de su carrera. Disfrutar mientras hacía lo que le diera la gana era la expectativa cuando, de la mano de Javier Giner e Ignacio Mateos, se embarcó en el proyecto más irreverente de su carrera, El Antivlog, una webserie de Flooxer. La protagonista de Cómo sobrevivir a una despedida parodia en la nueva ficción el universo de las it girls con unos tutoriales de moda y belleza tremendamente peculiares. De momento, hay disponibles cuatro capítulos en la plataforma de vídeo, donde se emite tras iniciar su andadura en YouTube, y se ha convertido en todo un fenómeno por su frescura y autenticidad.

Además de las satisfacciones que le está brindando como actriz, Celia de Molina reconoce que El Antivlog representa un balón de oxígeno como mujer que se ha tenido que enfrentar a la frustración y la infelicidad de no adaptarse a los cánones de lo que la sociedad impone que debe ser. “Esto era un grito que a mí me ahogaba. Hasta que un día dije que lo iba a soltar de la mejor manera, que es riéndome, lanzando cosas al aire y que cada uno las coja como quiera”. Precisamente es lo que más cautiva de su personaje y de la serie, que representan a una mujer real. “No todas estamos todo el día enfrente de un espejo para estar perfectas. El 90% no se levanta por las mañanas pensando que prenda combina con cual. No queremos ir en contra de la gente que lo hace, solo queremos mostrar otra realidad mostrar otra realidad porque hay muchas que nos afecta la cosificación que reflejan ese tipo de publicaciones”, incide de Molina.

El Antivlog nace de una mujer que siente como la oprimen y ha aprendido a reírse de sí misma. “Los tres pensamos que el humor es una de las armas más poderosas que existen. Mucha gente dice que es irreverente, transgresor, incisivo, porque de alguna manera lo que planteamos es la vuelta a la naturalidad y a ser realmente auténticos”, opina Javier Giner, director de la ficción. Desde el humor surge la crítica, vertebrada en la idea fundamental de ir en contra de los blogs de belleza, de la ridiculez que significan y la tiranía para la mujer que esconden, pero extrapolada hacia un grito de la dictadura de lo políticamente correcto, explica el tercer vértice del proyecto, Ignacio Mateos. “En España nos gusta reírnos del mundo pero no sabemos reírnos de nosotros mismos. Necesitábamos hacer algo que no supiéramos hacia donde iba ni hacia quién. Precisamente por esa libertad creo que ha ido creciendo, porque no queremos demostrar nada a nadie, solo queremos disfrutar y criticar lo que nosotros creemos que se nos está yendo de las manos”.

La libertad que transpira la serie viene desde su concepción, pero también en la forma que tiene de hacerse. “No queremos que tenga esa organización porque en el momento que la tenga pierde la frescura y la esencia. Los tres nos convertimos en una especie de lavadora en la que caen todas las ideas y se mezclan hasta tener forma. Se plantea un tema o una idea, por ejemplo, como sobar a un tío. El capítulo nace de un título”, explica Giner. Forman una comuna creativa sin cortapisas, se han atrevido a abordar desde los más superficiales, como consejos de moda y belleza, hasta el acoso sexual. El reparto también es de lo más ecléctico y episodio tras episodio unen todo tipo de cameos. Desde Natalia de Molina, hermana de Celia y ganadora de dos goyas, hasta una cajera de supermercado, pasando por una crítica de la revista Fotogramas.

Para muestra de que se atreven con todo, una anécdota del primer capítulo. Jugando con la ficción y la realidad de Molina se presentó en el estreno de El tiempo de los monstruos, de Félix Sabroso, vestida como la antivlogler. “Me puse todo lo que se llevaba, pero a la vez, e iba hecha un cuadro. Era una forma de reivindicar el derecho de cada una a ir al photocall como quiera llevándolo al humor máximo”, cuenta. Gracias a la osadía, una revista estadounidense de moda sacó el modelito en la sección de errores estilísticos, algo que la actriz se toma, como su álter ego, con mucho humor. “Toda la vida pensando en como llegaremos a Hollywood, y al final, se trataba solo de vestirse mal”.

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