Michael J. Fox: “Hoy tendría que estar prácticamente incapacitado”
El actor habla sobre el Párkinson que padece desde hace 25 años y cómo su estado es mucho mejor que el que le pronosticaron los médicos
“Me diagnosticaron hace 25 años, y se supone que solo iba a poder trabajar otros 10. A estas alturas ya debería estar prácticamente discapacitado, pero la realidad no podría ser más distinta”, ha dicho Michael J. Fox sobre el Párkinson que le diagnosticaron mientras rodaba Doc Hollywood en 1991, cuando solo tenía 29 años y estaba en la cima de su carrera cinematográfica. El actor escondió su enfermedad al público los siguientes siete años, época en la que no paró de trabajar en películas (Stuart Little y El presidente y Miss Wade) por temor a no hacerlo en un futuro que entonces creía cercano. Ahora, más de dos décadas después, Michael J. Fox ha hablado largo y tendido en una entrevista con Haute Living sobre cómo ha desafiado y no cumplido con los malos pronósticos que le dieron los médicos.
“Esto es lo peor que estoy, y aún puedo ir a la tienda y hacer promociones”, cuenta el actor a la publicación, en la que reconoce que hay días peores que otros, pero que la enfermedad no es algo que ocupe su cabeza todos los días de su vida. “Encuentras un sitio en el que estar y hacer cosas con tu familia. No es una sentencia concreta”. Para el intérprete, siempre en la mente de los cinéfilos por su papel en Teen Wolf (1985) o Regreso al futuro, la peor consecuencia que tiene para él la enfermedad es la pérdida del equilibrio. “Te caes un par de veces a los 55 años y te das cuenta de que ya no tienes 25”. Consciente de que el único momento del día que no sufre temblores es cuando está durmiendo, el intérprete ha empezado a hacer meditación. Ejercicio que ha sumado al boxeo, que le ayuda a trabajar en su equilibrio
El intérprete se enorgullece de seguir trabajando, aunque sabe que el Párkinson ha afectado a su carrera en el mundo de la interpretación. “Puedo interpretar cualquier personaje, siempre y cuando tenga Párkinson”, bromea Michael J. Fox. De hecho, en su último papel interpretaba desde 2010 y hasta este año al abogado Louis Canning en la serie The Good Wife, papel por el que tuvo tres nominaciones a un Emmy.
Hoy el actor compagina sus trabajos en televisión con su labor al frente de la fundación que lleva su nombre, una ONG que creó en el año 2000 dedicada a buscar una cura contra la enfermedad. Desde su fundación han logrado donar a la investigación 650 millones de dólares (más de 585 millones de euros). “Si llegamos a poder detener el avance de la enfermedad y reducir sus síntomas, me quedaré con ello”.
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