'Que Dios nos perdone', un thriller sobre corrupción y asesinos en pleno 15-M

Con el premio al mejor guión (escrito junto a Isabel Peña) del festival de San Sebastián, Rodrigo Sorogoyen nos introduce con Que Dios nos perdone en las cloacas de la capital española, donde unos polis con las jetas de Antonio de la Torre y Roberto Álamo intentan cazar a un asesino de ancianas.

Si su anterior filme, Stockholm —anti comedia romántica con Aura Garrido y Javier Pereira— te inquietó, la nueva película del madrileño no queda a la zaga, pues retrata una sociedad física y moralmente pestilente. "Tengo a menudo esta discusión", nos confía Sorogoyen, "porque hay dos formas de ver el mundo, y ninguna tiene toda la razón. Una consiste en ver todo corrompido y otra ve la luz al final del túnel. Yo no veo esa luz. Me da rabia, pero para escribir debes tener un punto perverso. Si eres bienpensante te irá mejor en la vida, pero buen guionista no serás".

El cineasta ha echado mano al suspense para retratar este mundo despiadado: "Queríamos hacer un thriller accesible a todos los públicos e interesante para las cadenas y las productoras: había que lograr ese equilibrio". Continúa alabando el trabajo de su pareja protagonista, dos soberbios Antonio de la Torre y Roberto Álamo. "Antonio es todo para fuera y estaba a gusto haciendo ese papel introvertido; y Roberto es muy tímido, así que tuvo que hacer lo contrario también. Funcionaban fenomenal como pareja: uno concentrado y el otro volcánico".

Otro aliciente es el ambiente enrarecido del Madrid veraniego de 2011, que se respira en el filme con la crisis y el 15M en ebullición. Una capital española que no parece haber mejorado: "Está igual. Ha habido algún cambio político en el ayuntamiento y estoy contento por ello. Pero hoy me he tomado una cerveza en una terraza y me han pedido dinero cuatro personas…Se me caía el alma a los pies. Parece que va a ser así siempre: se ha enquistado esa suciedad física y moral".