Contra lo convencional

Decía León Tolstoi que el arte es uno de los medios de comunicación entre los hombres. Y tenía razón. El arte encuentra las palabras, los sonidos, las formas y los colores para convertir un estímulo cerebral en un discurso capaz de no dejar indiferente a nadie. Pasa lo mismo con Jägermeister. Una bebida llena de matices que ha servido para inspirar Hunt Or Be Hunted. Se trata del primer corto de animación realizado con tatuajes reales en el que la piel, la tinta y vídeo se alían para demostrar una vez más que en la creación contemporánea apenas existen fronteras entre unas disciplinas y otras. A propósito de esta novedosa acción artística, repasamos obras que de alguna manera rompieron las reglas y fueron más allá.

ARTERhythm 0 (1974)Marina Abramovic

La controversia es el ingrediente principal de esta artista nacida en Belgrado. Rhythm 0 supuso la cuarta obra en la carrera de Marian Abramovic y resultó ser todo un experimento sociológico. Para esta performance celebrada en 1974, la ahora miembro de la Royal Academy of Arts utilizó 72 objetos. Todos ellos, fueron herramientas con las que los asistentas a la performance debían interactuar y utilizar con Abramovic mientras ella permanecía quieta e impasible. La propia Marina Abramovic relató así sus vivencias durante la ejecución de Rhythm 0: “La experiencia que aprendí fue que... si se deja la decisión al publico, te pueden matar... Me sentí realmente violada: me cortaron la ropa, me clavaron espinas de rosas en el estómago, una persona me apuntó con el arma en la cabeza y otra se la quitó. Se creó una atmósfera agresiva”. Entre esos 72 instrumentos había elementos amables como un perfume y una boa de plumas pero además había navajas, cuchillos y una pistola cargada: “Después de exactamente 6 horas, como estaba planeado, me puse de pie y empecé a caminar hacia el público. Todo el mundo salió corriendo, escapando de una confrontación real”, confesó Abramovic.

MÚSICACuarteto para cuerdas y helicópteros (1993)Karlheinz Stockhausen

El elemento sorpresa que posee la música en directo es uno de los fuertes de esta disciplina artística. El compositor alemán Karlheinz Stockhausen pensó que una forma novedosa de dar un concierto sería a bordo de un helicóptero. Por eso en 1993 ideó la obra Cuarteto para cuerdas y helicópteros. En ella cuatro concertistas (entre los que hay un cello y un violín) interpretan una partitura dentro de un helicóptero que sobrevuela las inmediaciones de la sala en la que el público escucha la mezcla entre las cuerdas y el sonido de las aspas del helicóptero. A su vez, las imágenes de esta puesta en escena están siendo proyectadas en la sala de conciertos.

TEATROMark WatsonOverambitious (2005).

Alcanzar la épica en el teatro es una de las ambiciones de gran parte de los autores. Fue el caso del dramaturgo y comediante Mark Watson. En 2005, el británico, que por aquel entonces tenía 24 años, decidió representar la obra más larga del mundo. Duraría 24 horas y la llamó Overambitious y tuvo lugar en el festival internacional de teatro de Edimburgo (Escocia). Al montaje asistieron 160 espectadores y en él se pudo ver cómo el autor iba al baño (y realizaba juegos de sonido con la boca), un monólogo, un recital de extractos de la novela Bullet Points y una lectura de reseñas de la Eurocopa de 2004: "Me encantan los actos de resistencia y este lo fue. La experiencia fue magnífica y espero que le haya gustado al público. Rompimos todas las marcas de récord", explicó Watson. por cierto, su final fue un enlace, no un desenlace: Watson le pidió matrimonio a su novia delante de los allí presentes.

CINEBoyhood (2014)Richard Linklater

No hay mejor manera de dotar de verosimilitud a una historia llevada al cine que contar la verdad con todas sus consecuencias. Por eso, Richard Linker no dudó en tomarse el tiempo real que requiere contar el paso de la infancia a la adolescencia (y mayoría de edad) de un niño. Tardó 12 años (de 2002 a 2013) en rodar Boyhood. La cinta narra un tramo de la vida de Mason (personaje interpretado por Ellar Coltrane) de los seis a los 18 años en el que el espectador contempla su cambio físico, sus relaciones y desilusiones amorosas, cambios de un colegio a otro, decepciones, alegrías… Todo un espectáculo de hiperrealismo que no ha dejado, ni dejará, indiferente a nadie.

Hunt Or Be Hunted es el primer cortometraje de animación de la historia hecho con tatuajes reales sobre pieles reales. La piel, la tinta y el valor son los tres protagonistas de este innovador trabajo rodado entre noviembre y diciembre de 2015 en Barcelona. La primera sorpresa fue que tras un llamamiento por redes sociales, al casting en Madrid, Barcelona y Valencia se presentaron más de 1.500 personas  dispuestas a ser tatuadas sin saber exactamente qué.

El vídeo fue dirigido por el catalán Ernest Desumbila. Proveniente del mundo del diseño gráfico, realizador de vídeos para La Bien Querida o Citizens! y curtido en el mundo de la publicidad, Desumbila es conocido por su meticulosidad. Prepara sus obras de manera obsesiva, con una preproducción que cuida hasta el último detalle. Su método, mezcla de responsabilidad, motivación y energía, era perfecto para un trabajo que debía mezclar la artesanía de pintar en la piel, con la precisión de la tecnología de animación para crear una obra artística, que tendría como base más de 100 pieles humanas reales.

Un equipo de ilustradores convirtieron el storyboard en fotogramas que pudieran ser tatuables y llevó 28 días realizar los 24 metros de piel, encajando cada tatuaje en el lugar exacto para cada frame. Un trabajo de precisión suiza.

Las sesiones de aguja y tinta corrieron a cargo de los tres profesionales del estudio barcelonés Ondo Tattoo, que tuvieron que convertir los diseños en tatuajes que pudieran ser filmados, una idea nunca realizada antes y que por eso se ha convertido en un modelo para aquellos que intenten repetir esta experiencia. No hay que olvidar que un tatuaje es un recuerdo sobre la piel para toda la vida. Por eso,esta experiencia resultará doblmente inolvidable para todas las personas escogidas para ser tatuadas. El resultado de Hunt Or Be Hunted de Jägermeister no es más que la prueba de que la valentía es una virtud cada vez más necesaria para afrontar los retos diarios. Y de qué el arte sigue buscando nuevos caminos.