La plaza del pueblo no se privatiza
Cuidado al entrar en la plaza: un juez ha autorizado la venta de este lugar público a un fondo de inversión en San Fernando de Henares
Grecia está privatizando playas, islas deshabitadas, sedes olímpicas, edificios históricos y campos de golf además de aerpuertos (14 están ya en manos alemanas), el puerto del Pireo (en manos chinas) o la compañía ferroviaria estatal (hoy italiana). El listado de saldos solo crece a medida que se desinflan las pujas y a pesar de que Tsipras ha tenido que hacer de tripas corazón para ampliar sus particulares rebajas del corte inglés.
Esto no es nuevo. Lo que es nuevo es que si creíamos que era un problema ajeno nos habíamos equivocado. Un juez acaba de autorizar la venta de la plaza del pueblo de San Fernando de Henares al fondo de inversión Pacifica Capital Gestion por 27,5 millones de euros. El actual Ayuntamiento (San Fernando Sí Puede) intentaba revertir una situación heredada de 2008, cuando el municipio entonces gobernado por Izquierda Unida constituyó una sociedad mixta público-privada para remodelar el espacio urbano y aportó la plaza para cubrir su participación. La aventura terminó como han terminado estas cosas en tiempos de excesos ¿les suena?: en concurso de acreedores y en un Juzgado de lo Mercantil, que ha dado por buena la titularidad privada de la Plaza de España. Asombroso. Sorprende que el registrador de la propiedad admitiera el cambio de titularidad en su momento como lo admitió, y sorprende la decisión del juez.
El mundo está al revés cuando una isla, una playa o una plaza del pueblo están en manos privadas, o cuando las viviendas protegidas terminan en manos de fondos buitres que en modo alguno desembarcan para un fin distinto al de hacer caja, como ha ocurrido en Madrid.
Los vecinos de una promoción de viviendas protegidas de Torrejón se encontraron este mismo verano con que sus casas ahora pertenecen al fondo Fidere, a pesar de que el Gobierno de la Comunidad de Madrid se había comprometido a frenar una práctica que ha puesto en manos privadas 30.000 de las 31.000 viviendas protegidas de la región. En tiempos de Ana Botella en el Ayuntamiento de la capital, por ejemplo, la Empresa Municipal de la Vivienda vendió miles de pisos protegidos a fondos de inversión para “equilibrar las cuentas”. Los nuevos dueños no han dudado en desahuciar a familias si no cumplen las nuevas condiciones que imponen, como ha recogido un duro informe de la Cámara de Cuentas de Madrid publicado por el Equipo de Investigación de EL PAÍS. Los casos se acumulan en la prensa y en los tribunales y no hablan de números, sino de personas concretas con problemas concretos obligadas a largarse o a afrontar las condiciones de los nuevos dueños.
Así que, atención: si es usted un jubilado en busca de una partida en la plaza, un padre o una madre que va a sacar al niño a pasear o un chaval con ganas de botellón en el banco que cree gratis, cuidado antes de entrar en la plaza. Tal vez alguien le quiera cobrar.
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