Diez cosas que aprendí en el Oktoberfest de Múnich

Celebrado por primera vez en honor a los fastos nupciales del rey Luis I de Baviera y su esposa en 1810, para la ocasión las principales cerveceras de Múnich fueron las encargadas de surtir de esta bebida a los invitados. Los festejos tuvieron un éxito y aceptación tan grandes que, a partir de entonces (salvo en contadas ocasiones, por causas tan importantes como lo son las dos guerras mundiales), se han celebrado todos los años. Hemos estado en el Oktoberfest de Múnich de este año (del 12 al 23 de octubre) y contamos lo que más nos ha sorprendido.

1. En el Oktoberfest solo tienen derecho de exclusividad en la venta de cerveza seis marcas, todas ellas por supuesto fabricadas en Múnich. De ellas depende en gran medida que esta fiesta sea lo que es pues la mayoría de las carpas son montadas por dichas cerveceras. Son las todopoderas Paulaner, Augustiner, Hacker-Pschorr, Hofbräu, Löwenbräu y Spaten-Franziskaner.

2. La cerveza que se bebe durante esos días está creada especialmente y en exclusiva para la celebración. Cada cervecera elabora la suya propia y son servidas en sus carpas o en aquellas en las que tienen la concesión de su producto.

3. De entre todas las cerveceras es Paulaner la que tiene más presencia en el Oktoberfest, en un total de cuatro carpas, entre ellas en la elitista Käfer’s Wies’n-Schänke, donde reservar una mesa debe hacerse con casi un año de antelación. Ahí podremos codearnos con famosos llegados de todo el mundo que van directos a degustar esta cerveza y comer los platos gourmet de su carta.

4. No solo de cerveza bebe el Oktoberfest. La carpa Weinzelt es la excepción, ya que es conocida como la carpa del vino, con una bodega envidiable y un chef de raíces españolas, Freddy Gutiérrez, especialista en otra rareza gastronómica dado donde nos encontramos, el marisco. Obviamente también sirven cerveza, Paulaner para ser exactos.

5. El brindis típico que se realiza con las jarras de cerveza mientras se baila sobre las mesas nació como defensa en contra de los envenenamientos. Al chocar con fuerza, el propio envenenador corría el riesgo de que el veneno le saltase a su jarra.

6. Dado el volumen de visitantes que tiene, el Oktoberfest cuenta con su propia comisaría de policía que durante los días que dura la celebración se convierte en la mayor de todo Múnich. Unos 350 policías que se presentan voluntarios para la ocasión. Pero aquí los policías no van en pareja como es habitual, sino en grupos de entre cinco y seis.

7. De los más de siete millones de visitantes que acuden cada año al Oktoberfest de Múnich más del 25 % son extranjeros. Es el evento más importante a nivel económico para el sector del turismo de Múnich y también de toda Alemania.

8. Según donde esté colocada la lazada en el mandil del dirndl de las mujeres, el traje típico, podemos saber cual es su estado civil: las que lo llevan atado a la izquierda solteras y sin compromiso.

9. El lederhosen, el pantalón que es la prenda más característica del traje típico bávaro masculino y que está fabricado en piel de ciervo, suele entregarse como regalo a un ser querido más joven y según su largo tienen un origen determinado.

10. Hay un Oktoberfest fuera del Oktoberfest. Se trata de una carpa que, por la gestión presuntamente fraudulenta de su organizador, la mítica Hippodrom, fue desterrada del evento oficial. Pero ha resurgido, o trata de hacerlo en una localización a unos veinte minutos caminando del Theresienwiese y donde es posible continuar con la fiesta hasta altas horas de la madrugada.