'Inside', el videojuego indie que protagonizará tus peores pesadillas
Todo comienza con un niño que cae de su bici en un extraño bosque y, a partir de ahí, todo es impredecible (y da muy mal rollo)
Muy, muy mal rollo. A los daneses de Playdead se les ha ido. Pero para bien. Inside es uno de los juegos top de este 2016. Y lo es desde su impactante inicio: Un niño derrapa colina abajo y aterriza en un bosque. No tiene rasgos en su cara. Es un rostro pálido y en blanco. Da mal rollo. No hay música tampoco, solo el sonido de los pasos sobre la hojarasca. Y, de pronto, un coche al fondo. Y tíos que salen de él con linterna. Uno viene corriendo y, con su paso de adulto, te pilla, te alza y te parte el cuello.
Es brutal. Impredecible. Es Inside. De ahí a un final apoteósico del que no podemos contarte ni media línea —sería peor que un spoiler de Juego de tronos— media una de las aventuras más sórdidas, bellas y enigmáticas que hayas jugado en tu vida. Un cóctel molotov contra las convenciones de todo lo que se puede hacer en un videojuego con un toque weird propio del mejor Lovecraft. Una pesadilla turbia en la que se reflexiona sobre la libertad, la ambición humana, los límites de la ética científica y el totalitarismo sin usar una sola palabra. Aun con las pesadillas que te provocará, Inside es para no perdérselo.
