¿Cuánto pagarías por tener sexo en un avión?
Una empresa americana ofrece, por un módico precio, cumplir las fantasías sexuales de muchas personas: hacerlo a miles de metros de altura
Se acabaron los días de esconderse en un incómodo baño para desfogarse en un avión. La empresa norteamericana Love Cloud ha creado un servicio privado con el que unirse al Mile High Club (el colectivo de personas que lo han hecho en una aeronave) será mucho más fácil. Y, además, lo haremos sobre la ciudad de Las Vegas. ¿Puede haber un mejor sitio posible? Lo dudamos.
El viaje consiste en sobrevolar la ciudad del pecado (nunca mejor dicho) y sus alrededores, en una avioneta Cessna 421 Golden Eagle. El avión está especialmente acondicionado para la ocasión con una cama, iluminación ambiental, música… ¡Se acabaron las estrecheces de los vuelos comerciales!
Además, el viaje tiene dos modalidades, una diurna, en la que la avioneta recorre el Gran Cañón del Colorado, el Lago Mead o la gigantesca Presa Hoover, entre otros. La versión nocturna permite ver la ciudad de Las Vegas, con un vuelo rasante por su famoso Strip. ¿Con esas vistas serán sus ocupantes capaces de centrarse en la tarea?
Para poder presumir ante nuestros amigos, la empresa otorga también un certificado acreditando que la fantasía se ha hecho realidad acompañado de una foto junto a nuestro avión del amor. ¿El precio de este caprichito sexy? Existen tres alternativas: el paquete Silver por 799 dólares con 40 minutos de vuelo, el Gold por 999 con una hora de vuelo o el paquete Platinum, en el que disfrutar de hora y media de vuelo por 1.399 dólares. El Paquete Romántico cuenta hasta con una limusina, rosas, chocolates y una botella de champagne para el traslado al aeropuerto. Serán 299 dólares extra. Todos incluyen una tarjeta VIP de miembro del Mile High Club.
Además de Love Cloud, otras compañías como Flamingo Air ofrecen servicios parecidos. En el caso de esta segunda, se organizan vuelos románticos con cortinas separándote del piloto por 495 dólares. Una fila de asientos están sustituidos por cojines en el suelo para que cada uno haga lo que quiera.
¿Tendrán éxito estas alternativas? Probablemente no les vaya mal ya que, según varias encuestas de Jetcost, uno de cada seis pasajeros españoles reconocían haber tenido un encuentro sexual durante un vuelo mientras que un 14% de los tripulantes de cabina reconocía haber tenido relaciones sexuales con algún pasajero. El interés parece estar ahí. Aunque, es probable que, siendo organizado, tenga mucha menos emoción…
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