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¿Por qué vuelve con fuerza el bañador?

La prenda resulta más favorecedora, versátil y protege mejor del sol que el destronado biquini

Gigi Hadid, Cara Delevingne en el centro y, a la derecha, Taylor Swift en el 4 de julio.
Gigi Hadid, Cara Delevingne en el centro y, a la derecha, Taylor Swift en el 4 de julio. Instagram

Un bañador te permite contar más historias”, reflexiona Ricarda Papst, experta en trajes de baño y ropa interior. Toda una apasionada del mundo de la corsetería y el baño, esta alemana, que creció profesionalmente trabajando para Women’s Secret, desvela algunas pistas del fuerte retorno que este verano están experimentando los bañadores.

Traje de baño de la marca Paleswimwear.
Traje de baño de la marca Paleswimwear.

Según Papst, uno de los motivos principales es el gran cambio que se está produciendo en nuestra relación con el sol: “La mujer hoy en día no quiere ponerse negra, el sol no es tan sano y ya no se trata de ir a la playa lo menos tapada posible. Es más importante sentirse guapa que ponerse morena”, explica. En este sentido, el bañador es una prenda con la que expresar nuestra personalidad y gustos.

Otro aspecto de peso del retorno de este veterano destronado por el ubicuo biquini es que favorece: “Te tapa más y permite esconder esas partes de tu cuerpo que no te apetece enseñar”. Por supuesto eso no significa renunciar a una cierta sensualidad. Hay bañadores con vertiginosos escotes en la espalda que “pueden ser igual o más sugerentes que un biquini”, puntualiza Papst, que en la actualidad cuenta con una empresa propia: Nice Shape, que ofrece todo tipo de servicios de desarrollo y asesoría para empresas del sector.

Este juego de enseñar y esconder lo desarrolla muy bien una de las piezas estrella de este verano: el bañador con recortes, uno de los grandes éxitos de la década de los ochenta que ha regresado para quedarse. Se verá en todas partes.

El bañador con recorte Mirage, de la firma de baño independiente Pale Swimwear, fue el más vendido en el lanzamiento de su primera colección hace tres años. La respuesta pilló por sorpresa a su diseñadora Marta Sanmartín que lo incluyó en último momento casi por casualidad: “Lo añadí porque me apetecía. Fue un experimento ya que pensaba que no iba a funcionar. Pensé, lo comprarán mis cuatro amigas motivadas y ya está”. Pale Swimwear forma parte de una nueva generación de marcas de baño que desde la independencia están ofreciendo diseño, calidad y producción local. “Incluí bañadores porque era una prenda que me resultaba mucho más atractiva a la hora de diseñar. Te permite muchas más posibilidades. Ser más creativa, ya que tienes más tela para trabajar”, concluye Sanmartín. Tanto ella como Papst coinciden en su preferencia por esta pieza en detrimento del biquini en el momento de diseñar: “Al estar entero por delante, se pueden trabajar mejor los estampados”. explica Papst.

Ambas diseñadoras están también de acuerdo en la versatilidad de esta prenda, que le gana la partida al biquini más allá de la playa: “Si le añades un pantalón corto, es algo que puedes llevar todo el día. Incluso de noche, con según qué bañadores, con una falda... Eso con el biquini no es posible”, reflexiona Papst. “Puedes hacer un bañador más inspirado en ropa exterior, son prendas no exclusivamente de baño, sino que también puedes usar en la calle. A mí, como diseñadora, esto me interesa”, afirma Marta Sanmartín.

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