20 músicos que aborrecen sus propias canciones (y tú, sin embargo, las amas)
Madonna, Radiohead, Radio Futura, Rolling Stones... odian alguno de sus éxitos. Tanto, que se niegan a tocarlos, aunque el público los demande
La historia de la música está repleta de artistas que, por los motivos que sean, han terminado renegando, echando pestes y, en definitiva, odiando sus propias creaciones. Ya sea porque no atravesaban un momento vital óptimo, porque tuvieron que ceder a algún tipo de presión o porque tenían horribles tiranteces con sus compañeros de fatigas.
"Si alguna vez os habéis preguntado cómo suena un grupo en el momento de romperse, escuchad esa versión", dijo años atrás Slash sobre una de sus interpretaciones. "Nos habíamos quedado sin gasolina. Nos podíamos haber ido a pique", es otra sentencia lapidaria de Keith Richards, hablando sobre un disco de los Rolling Stones.
Valgan estos ejemplos de dos indiscutibles del rock como introducción para este repaso por una veintena de casos en los que los artistas no se han frenado a la hora de demoler sus propias creaciones, por lo general ante la estupefacción del público y los ejecutivos de sus correspondientes discográficas.
1. Madonna no quiere oír 'Like a virgin'. La cantante aseguró en 2008 a la emisora neoyorkina Z100 que no estaba segura de querer volver a cantar viejos temas como Holiday y Like a virgin salvo que algún magnate le pagara una auténtica fortuna. Esto resultó ser una chulería, pues ambos se mantienen aún hoy en sus repertorios habituales. Pero como las estrellas, ya se sabe, son caprichosas, en 2009 volvió a la carga para confesar que no le gustaba escucharlos cuando sale por ahí: "Cada vez que voy a algún lugar hacen sonar mis trabajos más viejos. Generalmente, son canciones de las que estoy muy cansada, por lo que me veo obligada a decir: 'Por favor, apaguen esto'. Por la misma razón, la gente piensa que cuando uno va a un restaurante o estás de compras quieres escuchar tu propia música. Normalmente eligen Like a virgin, y esa es exactamente la que no quiero oír".
2. R.E.M. aborrece 'Shinny happy people'. El tema Around the Sun tuvo un éxito razonable tras su lanzamiento en 2004, principalmente gracias al emotivo single Leaving New York. Pero cuando llegó el momento de promocionar el siguiente álbum, Accelerate (2008), resultó que la banda admitió públicamente que su anterior obra les había dejado descontentos. Asi habló el guitarrista Peter Buck al Atlanta Journal-Constitution sobre uno de los discos de R.E.M. menos queridos por los fans y, por lo que se, por los músicos: "No se puede escuchar porque suena a lo que es, un grupo de gente aburrida con un material que no pueden soportar más". Por si esto fuera poco, los chicos de R.E.M. tampoco soportan su jovial himno de 1991 Shinny happy people, a pesar de ser uno de sus mayores éxitos, tal y como han manifestado en repetidas ocasiones.
3. Keith Richards considera un fraude su disco con los Rolling Stones 'Their satanic majesties request'. En su libro de memorias, Vida, el guitarrista de los Rolling Stones señala finales de 1967 como un punto bajo del grupo, que no estaba satisfecho con el contenido de Their satanic majesties request, editado aquel año: "Nos habíamos quedado sin gasolina. Nos podíamos haber ido a pique. Fue justo después de Satanic Majesties, que en mi opinión era un poco fraude. En ese momento apareció Jimmy Miller como nuestro nuevo productor. Pasamos de ir a la deriva a sacar de todo aquello Beggars banquet, que llevó a los Stones a otro nivel".
4. Slash detesta la versión que grabaron Guns N'Roses de 'Sympathy for the devil'. El (otra vez) guitarrista de Guns N' Roses habla en su autobiografía con evidente resquemor acerca de la última grabación de su grupo, aquella versión del Sympathy for the devil, de los Rolling Stones que ellos reinterpretaron en 1994 para la banda sonora de la película Entrevista con el vampiro. "Si alguna vez os habéis preguntado cómo suena un grupo en el momento de romperse, escuchad esa versión. Si hay un tema de Guns que me gustaría no volver a oír nunca, es ese. Mientras los demás grabábamos nuestra mediocre versión, Axl no apareció ni una sola vez y después tardo una semana en grabar sus voces", rememora Slash.
5. U2 abomina del resultado de 'Pop'. En el segundo lustro de los noventa, la banda irlandesa viró hacia la música electrónica predominante de la época. El resultado quedó plasmado en Pop (1997), un álbum que el grupo tuvo que terminar a toda prisa para conseguir que llegara a las tiendas antes de que empezaran la gira Popmart que ya tenían cerrada. "La mayor parte de las canciones de Pop se quedaron a un paso de llegar a su punto culminante", admite Bono en el libro autobiográfico U2 By U2, en el que el batería Larry Mullen añade: "Unas cuantas semanas más habrían marcado la diferencia en todos los temas. Si hubiéramos tenido dos o tres meses más para trabajar, hubiéramos conseguido un álbum muy diferente". "El proyecto se convirtió en una solución intermedia", zanja The Edge.
6. Radio Futura reniega de 'Enamorado de la moda juvenil'. La primera alineación de Radio Futura, la que debutó en 1980 con Música moderna, estaba diseñada en torno al alma máter de aquella época, Herminio Molero, quien abandonaría apenas un año después. Esto, unido a que la discográfica Hispavox intentó convertirles en un grupo de fans, hizo que el resto de miembros terminaran renegando de su contenido, a pesar de contar con singles tan relevantes como Enamorado de la moda juvenil.
En 1998, Santiago Auserón (voz y compositor principal de Radio Futura) hablaba así en El País de las Tentaciones: "Aquello fue un producto tan manipulado desde el punto de vista de la producción y de la comercialización, que no nos reconocemos en él. Somos conscientes de que a gente que le gusta Radio Futura, aquello le hace gracia como objeto cultural histórico".
Por su parte, Luis Auserón (bajista del grupo) tampoco guarda buen recuerdo de unas canciones que Radio Futura ni tan siquiera tocaban en directo: "En aquella primera época éramos colaboradores: la línea la marcaba Herminio. Nosotros nos podemos sentir responsables a partir de La estatua del jardín botánico (1982).
7. Radiohead desprecia 'Creep'. Pública y notoria es la animadversión que Radiohead sienten hacia Creep, el single que les abrió las puertas del éxito masivo allá por 1992, al considerar que es más famoso que la propia banda (sin motivo, según ellos mismos). Tanto es así que el tema ha pasado largas temporadas fuera de los repertorios de sus conciertos, siendo por lo general noticia su interpretación (la última de ellas, en el Primavera Sound de Barcelona de este año). Durante su grabación, el guitarrista, Jonny Greenwood, ya estaba harto de la canción, por lo que en una sesión rasgó su guitarra con fuerza justo antes del estribillo a modo de queja... sin imaginar que justo esa parte iba a terminar siendo absolutamente icónica.
8. Kurt Cobain sentía vergüenza por 'Smells like teen spirit'. Está claro que ni Kurt Cobain, ni nadie, podrían haber imaginado todo lo que iba a suceder después de que la MTV emitiera por primera vez el vídeo de Smells like teen spirit en septiembre de 1991. Se había abierto la caja de pandora y el grupo se iba a convertir en estandarte de toda una generación, algo que en absoluto gustaba a Cobain, quien pocos meses después confesaba a Rolling Stone que sentía incluso "vergüenza al tocarla" en directo. "Todo el mundo se ha fijado demasiado en esta canción", lamentaba.
9. Amaral no quiere tocar nunca más 'Tarde de domingo rara'. En un encuentro con periodistas en Pozoblanco el pasado mes de abril tras el ensayo general de su actual gira, Eva Amaral y Juan Aguirre confesaron en ambiente distendido algunos errores del pasado en su discografía. El guitarrista tiró de honestidad al admitir que una de sus canciones "no tocaría ya nunca". "Tarde de domingo rara, porque el arreglo fue un completo error", comentó. Y añadió: "Otra que cambiaría es Toda la noche en la calle, porque tiene cinco notas que se parecen demasiado a una guitarra de David Bowie, pero no nos dimos cuenta".
10. Ozzy Osbourne odia un disco entero que grabó con Black Sabbath. En sus hilarantes memorias, Confieso que he bebido, el icónico del rock duro Ozzy Osbourne relata su desazón con el contenido del octavo disco de Black Sabbath, Never say die (1978), que terminaría siendo el último con su voz antes de ser despedido: "Para las últimas sesiones ya me había rendido. Tony, Bill y Geezer decidieron que querían incluir una canción, Breakout, en la que una banda de jazz tocase un da-daa-da-daa-DAA y yo pensé: 'A la mierda, se acabó. Eso era ir demasiado lejos, con temas así podíamos llamarnos Slack Haddock. Lo único admirable de la banda de jazz era lo mucho que podían beber".
11. Malcolm Young se atraganta con 'For those about to rock', de AC/DC. Los ochenta empezaron inconmensurables para AC/DC con el disco Back in black. Pero su buena estrella se apagó en parte durante aquella época, en la que la banda pasó por algunos momentos de relativa baja popularidad. El disco de 1982, For those about to rock, fue el que marcó el comienzo de la cuesta abajo de aquellos años. "Dios, ese disco no se acababa nunca y se nota cuando lo escuchas. Está hecho de pedazos y retales, no fluye apropiadamente como debe hacerlo un álbum de AC/DC. Cuando finalmente lo terminamos no creo que ninguno de nosotros fuese capaz de saber si sonaba bien o mal", dijo Malcolm Young en una entrevista en 1992 sobre el mencionado For those about to rock.
12. Loquillo se cansó de cantar 'Quiero un camión'. El artista barcelonés publicó el pasado año Código rocker, un álbum en el que junto a la banda Nu Niles, Loquillo volvió a sus orígenes rockabilly con una docena de canciones propias –y alguna ajena–, reinterpretadas para hacerlas justicia. "Ahora reciben el tratamiento adecuado a nivel de producción. Muchos poetas revisan su obra y la corrigen. Eso es lo que he hecho, corregir para dar a cada canción el espíritu que debía tener en una época en la que éramos muy jóvenes para conseguirlo", aseguró en 2015 en una entrevista con Europa Press, en la que añadió que se hartó de cantar Quiero un camión porque no le "gustaba cómo era". "Es una sensación muy agradable escucharla ahora con Nu Niles tal y como se pensó", apostilló.
13. M Clan, quemados con una etapa de su carrera. La banda murciana vivió una etapa de acercamiento a las radios comerciales, que se terminó tras el recopilatorio Retrovisión, de 2006. Lo explicaba así el guitarrista Ricardo Ruipérez hace dos años en la publicación Efe Eme: "Para el recopilatorio hicimos algo como un trabajo por encargo para hacer un par de temas pensando en que sonaran en las radios y eso nos quemó. Al final ni nos gustaban, de hecho ni los tocamos en directo. Los tocamos tres veces y dijimos: 'Si es que no nos gusta, a la mierda'. Y a partir de ahí, Carlos [Tarque, voz del dúo] y yo hablamos: 'Vamos a parar un tiempo, vamos a volver a la raíz, a hacer música que realmente nosotros sintamos actualmente y olvidarnos de esto durante un tiempo'. Estuvimos un año y medio componiendo e hicimos Memorias de un espantapájaros, que salió en 2008".
14. Iron Maiden critica a su propio productor. No es que la banda británica reniegue del contenido de su debut homónimo de 1980, pero sí que tienen bastantes pegas respecto a su sonido. De hecho, por los estudios Kingsway de Londres pasaron dos productores que fueron despedidos antes de la llegada de Will Malone. Después de tanto cambio, la banda británica no quedó plenamente satisfecha con el sonido (sucio y cercano al punk en algunos pasajes) pero tuvo que aceptar la situación por su condición de debutantes. En años posteriores, el bajista Steve Harris ha criticado en diversas ocasiones al productor por su escaso interés.
15. The Killers califica de flojo su último disco. Fue hace poco más de un año cuando el vocalista de The Killers, Brandon Flowers, admitió a la publicación inglesa NME que el último disco del grupo de Las Vegas, Battle born, "no fue suficientemente bueno". "Y todos lo sabemos. Una vez que todos estemos en la misma sintonía, esto funcionará. Necesito persuadir al resto de que les gusten las mismas cosas que yo hago", planteó en un tono entre confesional e irónico.
16. Lorde considera "horrible" su pelotazo 'Royals'. A pesar de que es uno de los grandes éxitos de su todavía corta carrera, la neozelandesa Lorde no soporta su tema Royals, tal y como reveló a Daily Record & Sunday Mail en 2014: “Escucho a la gente haciendo versiones del tema y dándoles su propio toque, y lo escucho de cualquier manera excepto en la versión original que yo lancé, que soy consciente de que suena horrible. Suena a politono de Nokia de 2006. Ninguna de sus melodías son buenas, es desastrosa. Espantosa, pero por algún motivo, gracias al contexto en el que fue lanzada, funcionó".
17. El fracaso del último disco de The Clash. No fue una buena idea que The Clash continuaran su andadura sin sus miembros fundadores Mick Jones (guitarra) y Topper Headon (batería), pero eso fue lo que decidió el vocalista y guitarrista Joe Strummer para facturar el que a la postre sería el último disco del grupo, Cut the crap (1985). Tras lanzar el primer single, This is England, llegaron las malas críticas y Joe se desentendió del final del proceso, dejando al mando al productor Bernie Rhodes, con quien firma todos los temas: "CBS había pagado un avance por el disco así que tenían que lanzarlo. Y pensé: 'Bueno, a la mierda', y me fui a las montañas de España para sentarme bajo una palmera mientras Bernie tenía que terminar un álbum". Por supuesto, The Clash llegó a su final pocos meses después.
18. Marta Sánchez, cansada de que no le dejaran opinar en Olé Olé. En la primera temporada del programa televisivo A mi manera, Marta Sánchez renegó abiertamente de sus últimos meses como cantante de Olé Olé, justo antes de lanzarse a su exitosa carrera solista. "Después de Soldados del amor (1990) siento mucha presión y mucha dictadura a la hora de elegir canciones. También había ya una energía de cansancio, mucha diferencia de opinión entre la banda, alguna que otra pelea. Yo quería elegir mis canciones porque siempre me decían lo que tenía que cantar. En realidad no me dejaban opinar mucho aunque había canciones muy acertadas. En aquella época final del grupo, cuando nos presentaban decían Marta Sánchez y Olé Olé. Yo creo que hasta me adelanté un poco, tenía que haber esperado un año".
19. Robert Plant (Led Zeppelin) no cantará jamás 'Stairway to heaven'. El vocalista de la banda, Robert Plant, se ha referido en repetidas ocasiones a Stairway to heaven como una "canción de boda". Incluso aseguró a Los Angeles Times en 1988 que se "partiría en mil pedazos" si tuviera que seguir cantándola cada noche. Para cuando Led Zeppelin hizo su concierto de reunión en 2007 en Londres, Plant intentó sin éxito sacar al viejo himno del repertorio de la velada. Suponemos que el reciente juicio por plagio contra Plant y el guitarrista Jimmy Page, precisamente por Stairway to heaven, en el que el cantante fue obligado a canturrear parte del tema, no ha hecho crecer su cariño por el viejo himno... aunque al menos fueron absueltos por el jurado y evitaron un sangrante hachazo a sus finanzas.
20. El insoportable sopor de David Bowie con su éxito 'Never let me down'. Aunque Never let me down (1987) fue un éxito de ventas, lo cierto es que no tuvo buenas críticas ni fue especialmente bien recibido por los fans. El propio Bowie terminó coincidiendo con el resto con el paso de los años, declarando en 1995 a la periodista Ingrid Sischy que este fue un trabajo "horrible". "Incluso aunque sea un fallo artístico, nada me aburre tanto como Never let me down. Nunca debería haberme molestado en entrar al estudio para grabarlo".
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