_
_
_
_
PORQUE LO DIGO YO
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

No crezca, es una trampa

Cuando era pequeño imaginaba que ser adulto significaba no ser más un pringao de las circunstancias sino su dueño

El ministro de justicia británico, Michael Gove.
El ministro de justicia británico, Michael Gove.PETER NICHOLLS (REUTERS)
Xavi Sancho

La vez que más adulto me he sentido en mi vida fue cuando me compré mi primera televisión: toda la vida viendo las que habían elegido otros –padres, caseros, el anterior novio de aquella novia que tuve– y ahí estaba yo, emancipado, dueño único de mi destino, hombro con hombro con todas las autoridades de mi vida pasada. La segunda vez que más adulto me he sentido en mi vida fue unos segundos después de comprar mi primera televisión: noqueado por mi impresionante madurez, sabiduría y gobierno, saqué el móvil y escribí a un amigo al que había declarado la guerra. “Mañana te voy a hablar. No te lo mereces. Espero que te lo tomes como un adulto”. No recuerdo ahora cuál era el conflicto, pero ante la duda dejémoslo que tenía razón yo. El caso es que nunca he visto una circunstancia que no acabe afectando a alguien que simplemente pasaba por ahí. Pienso en esto mientras leo sobre Michael Gove, el estratega conservador británico que en una semana ha hecho triunfar el Brexit, y caer a Boris Johnson: eso sí que es un portento del control sobre uno mismo. Cuando era pequeño, en los tiempos anteriores a la compra de aquella televisión, imaginaba que ser adulto significaba no ser más un pringao de las circunstancias sino su dueño. Y aquí estoy hoy, con edad de ser mi propio padre, en Francia, en un hotel con una televisión tan moderna que no sé cómo encenderla; como soy mi propio hijo, no pienso pedir ayuda. A este paso, como no me esfuerce, lo seré siempre. Pienso en lo que hubiera hecho si fuera más como Gove. Y doy gracias a las circunstancias por dejarme tan claro quién manda aquí.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Xavi Sancho
Forma parte del equipo de El País Semanal. Antes fue redactor jefe de Icon. Cursó Ciencias de la Información en la Universitat Autónoma de Barcelona.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_