No falta gente en el camino: migrar no es delito
Eneko Calle, de la Coordinadora de ONG de Desarrollo de Euskadi
Fotograma del video 'Migrar no es delito', de la Coordinadora de ONG de Desarrollo de Euskadi.
Migrar no es delito. Delito son, o deberían ser, muchas de las causas que provocan la migración. Delito es saquear los países del Sur, expoliarles sus riquezas, allanar el camino a las multinacionales para que acaben con sus recursos y luego cerrar nuestras fronteras. Delito es construir muros y mirar para otro lado como si el motivo por el que miles de personas huyen de sus países no tuviera nada que ver con nuestro sistema capitalista y patriarcal. Delito es bombardear Siria y establecer cupos de personas que pueden venir a Europa huyendo de la guerra.
Ante la peor crisis migratoria desde la II Guerra Mundial, el vídeo Migrar no es delito analiza las distintas migraciones y desplazamientos en el mundo, así como sus causas y las alternativas. No es difícil darse cuenta de que hay muchas y distintas formas y razones para viajar, o que las personas no son recibidas del mismo modo según su origen y destino o motivo del desplazamiento.
Migrar no es delito from Coordinadora de ONGD de Euskadi on Vimeo.
Pensemos en los movimientos desde los países enriquecidos a los más pobres, asociados casi siempre al ocio o al turismo. En estos viajes no hay fronteras, se pueden atravesar con visados y con divisas. Ningún problema.
Hay muchas diferencias entre estos viajes turísticos y los desplazamientos de un Sur empobrecido a los países del Norte, motivados por razones como el hambre, la guerra, la persecución o la necesidad de vivir con dignidad. Para estos viajes sí hay fronteras y todo tipo de obstáculos: permisos, papeles, vallas, concertinas, muros, pateras o policías disparando. La violación de derechos de las mujeres en tránsito es otra de las penosas consecuencias del sistema.
Mucha menos atención pública en nuestro entorno tienen los movimientos entre los países empobrecidos: personas que huyen de las mismas causas. Son las regiones en desarrollo las que acogen al 86% de las personas refugiadas, fundamentalmente Turquía, Pakistán, Líbano, Irak, Etiopía y Jordania. Según datos de ACNUR, a finales de 2014 en todo el mundo había casi 60 millones de personas en situación de desplazamiento forzoso, y en las últimas cifras han aumentado a 65 millones: un nivel sin precedentes.
También tenemos cerca los movimientos de personas del Sur de Europa sin recursos, con formación pero sin trabajo, que viajan hacia el Norte del mismo continente. Es un fenómeno más reciente, con su origen en la crisis sistémica que asola Europa.
Necesitamos políticas coherentes que sitúen la vida en el centro y que obliguen a que en toda situación se respeten los derechos de las personas migrantes. Apostemos por una vida digna para todas las personas. Por un mundo más justo donde no haya fronteras infranqueables para unas personas y alfombras rojas para otras.
El vídeo Migrar no es delito es la cuarta entrega de la campaña de sensibilización y comunicación ¿Quién es quién?, que busca explicar a la ciudadanía las principales consecuencias en distintos ámbitos de nuestro actual modelo de desarrollo. Debatimos sobre las causas de la pobreza y la desigualdad en #IniciativaQuienEsQuien.
Más información: www.iniciativaquienesquien.org
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Crisis ecológica, calentamiento global, destrucción del medio ambiente y desigual acceso a alimentos.
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