En el día de las personas que huyen

Por Paula San Pedro, @psanpedro78, portavoz de Oxfam Intermón.

Llegada de personas en busca de refugio a la isla de Lesbos (Grecia). Imagen de Pablo Tosco/Oxfam Intermón.

Hoy es el Día del Refugiado. Hay muy poco que celebrar. ACNUR, la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, hoy publicará sus cifras y lamentablemente todo indica que no habrá buenas noticias. Los conflictos de Siria, de Sudán del Sur, de Chad, de Afganistán, de República Centroafricana, de Somalia, son algunos de los ejemplos que auguran pocas esperanzas. Una de cada 122 personas en el mundo es refugiada, desplazada o solicitante de asilo. Muy probablemente la proporción caerá ante la intensidad de las crisis.

Esta realidad lejos de dejarnos inmunes debe movilizarnos, impulsarnos a actuar, exigir, responsabilizar. Y con ese espíritu hoy 14 organizaciones de la sociedad civil española que trabajamos con personas desplazadas nos hemos unido para mandar un mensaje claro y contundente al nuevo Gobierno que esperamos salga de las urnas el próximo domingo. Este nuevo gobierno, junto a un Parlamento renovado, debe asumir con responsabilidad el papel que tiene que representar España en la política exterior e interior. Debe empezar por ordenar bien su casa y eso pasa por impulsar y aprobar varias medidas. Entre ellas debe aprobar el reglamento de asilo y trasponer las Directivas europeas, ofreciendo un marco legal lo más garantista posible.

Debe garantizar que se cumplan los plazos de resolución de las solicitudes de asilo, que lejos de limitarse a los seis meses reglamentarios se ha llegado a postergar hasta dos años dejando en una situación de incertidumbre absoluta a decenas de personas. Debe garantizar los derechos humanos en la frontera sur, entre ellos el derecho a solicitar protección internacional. Y debe aumentar los recursos económicos y humanos del sistema de acogida para dar una respuesta adecuada las personas que están llegando.

Pero este nuevo gobierno también tiene que mirar más allá de sus fronteras. España puede utilizar esta oportunidad de cambio electoral para liderar en la agenda migratoria europea. Para ello, los responsables electos deberán dar un giro radical en la política actual y anteponer los derechos de las personas a cualquier otro interés. Concretamente, deben derogar cualquier acuerdo con terceros países que incluya cláusulas contrarias a los derechos humanos y a la protección internacional, incluido por tanto el acuerdo UE- Turquía. Deben promover vías seguras y legales para asegurar que nadie se ve en la obligación de poner en riesgo su vida para alcanzar un futuro mejor. Una forma para conseguirlo es el reasentamiento. España debe asumir su cuota justa que corresponde a 15.344 refugiados sirios, de los cuales en 2015 y 2016 no ha llegado ninguno a suelo español (según el anuncio del Gobierno se espera que lleguen desde Turquía 200 y desde Libia 285, pero a día de hoy no se ha hecho efectivo).

Todo estas medidas ayudarán a reducir el sufrimiento de quienes ya han tenido que salir de sus países y asegurará que sus derechos son protegidos. Pero el nuevo gobierno deberá de actuar contundentemente en otra línea más a largo plazo. Reducir la cifra de personas refugiadas supone atajar las causas del conflicto, la persecución y la violencia. En gran medida esto pasa por invertir en la agenda preventiva, favorecer los procesos de paz y garantizar que se cumple lo estipulado en el Tratado de Comercio de Armas que España ha firmado.

La magnitud y las implicaciones de esta agenda son enormes y el nuevo Gobierno no lo podrá hacer solo, pero sí puede animar a otros a que se sumen. Pero eso pasará obligatoriamente porque España cree un buen precedente y cumpla con sus obligaciones nacionales, regionales e internacionales. Y podrá demostrarlo en la próxima Cumbre Mundial sobre Refugio y Migración que se celebrará en septiembre, donde podrá mostrar al mundo que aspira a ser un país líder en la protección de las personas refugiadas. El nuevo Gobierno, junto al Parlamento, tiene la capacidad y la decisión de convertir todas estas medidas propuestas hoy en realidad. Las organizaciones de la sociedad civil exigiremos y velaremos porque así sea. Sabemos que la gran mayoría de la sociedad española también lo hará. Entre todos podemos sumar nuestras voces y pedir al nuevo gobierno Derecho a Refugio.