Subjetivamente

Lo mejor de lo peor: 'black tattoos'

Ya no vale con “Amor de madre”, ahora lo que se lleva en el mundo tatuaje son los brazos o las piernas enteramente cubiertos de negro, o en su defecto, de gris. Los pioneros del body art utilizaron este truco para cubrir antiguos tatuajes, haciendo del borrón y cuenta nueva una virtud. Quien esté pensando en tatuarse el nombre de su amorcito que se acuerde del "Winona Forever" de Johnny Depp. Se deshizo de Winona. Después, de Kate, de Vanessa y de Amber. Pero tatuarse sus nombres, nunca más.

Lo peor de lo mejor: el peto vaquero

El peto vaquero va y vuelve. Y ha vuelto. El año pasado fue una de las prendas estrella para las chicas, y hasta aquí todo bien. Pero el peto vaquero es insaciable. Es una tendencia endémica, como la plataforma, la mini, la hombrera o la falda pantalón. El peto vaquero es indestructible, es el Alien de las tendencias, capaz de resucitar sin fin. Cuando creíamos que ni las embarazadas se atreverían a embutirse en una de estas prendas, el peto vaquero lo ha vuelto a hacer: vuelve convertido en tendencia en moda para él.

Lo más de lo más: conducir un Tesla

No somos nadie, eso ya lo sabemos, pero si uno quiere ser alguien entre la sede de Apple en Cupertino y la de Google en Mountain View, tiene que: a, ser ingeniero; b, haber montado una startup antes de cumplir la edad de sacarse el carnet de conducir; y c, cuando puedas conducir, poseer un Tesla, el automóvil eléctrico de lujo, objeto de deseo del siglo XXI del universo tech. En España hay pocos, muy pocos. Con la autonomía de que disponen, un madrileño puede llegar hasta Andalucía, cargar en casa de otro teslero, y volver. De hecho, esta pequeña anécdota de automoción eléctrica está basada en la realidad. Mientras, el fundador de Tesla, Elon Musk, quiere ir de la tierra hasta Marte, y volver. Sin recargar.