¿Qué fue de Mischa Barton tras morir Marissa Cooper (The OC)?
Se cumplen 10 años del momento más duro que vivimos en 'Orange County', la serie que marcó a toda una generación y sigue presente en la memoria de sus fans. Recordamos cómo se trenzó la vida de la actriz fuera y dentro de la pequeña pantalla
No llegó a gozar de la popularidad de Sensación de vivir ni cosechó la repercusión mediática que tendría después Gossip Girl, también del mismo creador, Josh Schwartz, pero The OC –llamada OC en España– logró que toda una generación se enganchase, por primera vez, a las series en versión original subtitulada, apuntándose así al adictivo ritmo de emisión en EE UU.
The OC (2003-2007), que se mantuvo en antena cuatro temporadas, contó con el beneplácito de la crítica, que vio en esta nueva serie juvenil a la perfecta sustituta de Sensación de vivir –al menos, en la primera entrega–, gracias, entre otras cosas, a la crítica de esa sociedad aparentemente perfecta y a una potente banda sonora.
Durante sus 92 episodios, esa misma audiencia adolescente que votaba a sus favoritos en los Teen Choice Awards, dejó de hacerlo tras la repentina muerte de Marissa Cooper, interpretada por Mischa Barton, en el último episodio de la tercera temporada, emitido a finales de mayo de 2006. Marissa Cooper, la queen bee del instituto, enamorada de Ryan (Ben McKenzie), el pandillero problemático; que le dio a la botella, depresiva, cuando su madre decidió rehacer su vida; que se enrolló con la bisexual Alex –cuando Olivia Wilde no era tan conocida–; que se cambió a un colegio público tras disparar al tipo que intentó violarla y que acabó juntándose con quien no debía (léase, drogas), muere en un accidente de coche en brazos de Ryan. Sin más.
Luto de ficción
Para muchos de sus jóvenes seguidores la prematura muerte de Marissa Cooper no solo significó el fin de la serie , sino que se convirtió en el primer trauma televisivo que les costó digerir. Es una pena que Twitter no existiese entonces (aparecería tan solo dos meses después, en julio) porque seguramente el revuelo que se hubiera montado en redes sociales hubiera superado a cualquiera de las impactantes muertes a las que las series actuales nos tienen más que acostumbrados: desde Juego de tronos (¡Hodor!) a las últimas más sonadas: The Good Wife, Los 100, Empire y, especialmente, la del doctor Shepherd en Anatomía de Grey, después de 11 años, también fallecido en accidente de coche…
Los espectadores norteamericanos jugaron con ventaja, ya que los medios especularon con que los creadores de The OC habían rodado la muerte de cinco personajes principales para marear la perdiz. Una jugada que se iría al traste cuando la propia Mischa Barton (supongo que nada contenta con la decisión) confirmó que era ella la víctima en el programa Access Hollywood, una hora antes de la emisión del episodio.
Cuenten o no cuenten los seguidores con esta valiosa información, ¿pueden provocar estas muertes de ficción auténtica tristeza y ser tratadas a nivel psicológico como si de muertes reales se trataran? Y lo que es más significativo: ¿cómo es posible que los fans de The OC sigan obsesionados con la muerte de un personaje de ficción una década después, tuiteando durante todos estos años mensajes de duelo? Christiane Manzella, una psiquiatra consultada por la revista Time no duda en afirmar que la pérdida es la pérdida sea real o ficticia. “La gente puede tener esa sensación de tristeza y no saben si es extraño sentir de esa manera”.
Marissa Cooper no existe
Aunque no sea real sus fans se han preocupado por ella durante muchos minutos de sus vidas, han crecido con ella, incluso, han podido identificarse con ella. En el guión, Marisa debería haber sido “la chica más guapa que habías visto en tu vida”, pero la elección de Mischa Barton –una belleza menos convencional– le dio un twist al asunto. Ese personaje emocionalmente inestable, además, resultaba mucho más atractivo.
En la vida real, resultó que la propia Mischa Barton no iba a digerir su propio éxito. Con una mansión de ocho habitaciones en Beverly Hills y una prometedora carrera por delante, la actriz sería arrestada en 2007 por conducir bajo los efectos del alcohol y por posesión de marihuana. En 2009 sería ingresada en una institución psiquiátrica al intentar suicidarse (aunque ella lo negó a la revista People). Subió de peso; algo que terminó por minar su autoestima y le hundió en una profunda depresión.
La Barton parecía imitar al personaje que tanta fama le había dado. En lo profesional, ninguna de sus películas llegó a ser un taquillazo y en televisión lo intentó con The Beautiful Life, una serie sobre modelos, creada por Ashton Kutcher, que fue cancelada tras dos episodios. En Ley y orden: UVE interpretó a una prostituta.
La moda, ese refugio vital ¿y comercial?
Decidida a pasar página, intentó empezar de cero en el mundo de la moda. Volvió a Londres donde había creado una línea de bolsos y debutó online en 2012 con la plataforma Mischa’s Place donde vendía ropa, accesorios y cosmética. Ni por esas. Mischa Barton desapareció del mapa, a pesar de participar en hasta ocho películas sólo en 2015 (casi todas directas a dvd). El programa Dancing with the Stars le ha devuelto la sonrisa. Deslumbró en la pasada alfombra roja de Cannes y ya no duda en subir fotos de su esbelta figura en su Instagram. Mischa Barton intenta enterrar al personaje que le dio lo mejor y lo peor. Sin embargo, sus fans se niegan a olvidar a Marissa Cooper.
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