El Podemos libanés surge de las urnas municipales
Los malos servicios de la capital libanesa son el trampolín de una formación transversal
En Beirut ha nacido un Podemos libanés. Tal vez no sea herencia de la primavera árabe, que en Líbano se adelantó a 2005. Sino más bien del despertar de una conciencia política ciudadana sacudida por el hedor que envuelve desde hace meses al país y fruto de una crisis de gestión de basuras.
Bajo el eslogan Talaat Rihatun (Apestáis, en árabe), las calles de la capital protagonizaron el año pasado una serie de manifestaciones multitudinarias y aconfesionales inéditas en las últimas décadas. En plenas elecciones municipales, que se extienden durante cuatro domingos consecutivos de este mes de mayo, los libaneses acuden a las urnas. Ejercen su derecho al voto por primera vez en seis años. Hastiados por la corruptela y la mala gestión municipal que han dejado montañas de basuras por doquier, el descontento social comienza a cuajar en la esfera política.
El arquitecto Ibrahim Mneimneh encabeza la lista del movimiento Beirut Madinati (Beirut Nuestra Ciudad). A él se suman otros 24 conocidos artistas, profesores de universidad o directores de cine como la popular Nadine Labaki, galardonada por su film Caramel. El movimiento irrumpe en tanto que laboratorio político en unos comicios históricamente monopolizados por las principales familias feudales libanesas. En su programa de 10 puntos, abordan desde la crisis de gestión desechos, al cuasi inexistente transporte público o la buena gobernanza. Un programa algo ambicioso para el país árabe líder en corrupción.
Huérfanos de presidente desde hace dos años por falta de quórum en un Parlamento desgarrado entre las dos principales fuerzas políticas, son los poderes locales quienes gestionan el día a día del ciudadano de a pie. Unos ciudadanos que en Beirut desertaron en masa hace dos semanas de unos comicios marcados por el 80% de abstención. Las previsiones en Beirut anuncian en los próximos seis años continuidad en los cortes de electricidad diarios, agujeros en el asfalto, un auge en los desorbitados alquileres, inundaciones en invierno y renovados hedores de basuras para este verano.
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