Katy Perry y Orlando Bloom, pareja de oro en la gala amfAR

Cuando llega el festival de Cannes, toda estrella que se precie marca en su calendario de eventos la gala de amfAR, el encuentro realizado para recaudar fondos en la lucha contra el sida. Fue una de las primeras fiestas en las que se recaudó dinero para enfrentarse a esa enfermedad, y desde hace 23 años, todo actor, cineasta, músico, en general cualquier creador o famoso presente en Cannes se desplaza hasta la cercana Antibes, al hotel du Cap-Eden-Roc a un cena con actuación al final que se celebra bajo el lema Cine contra el sida.

Y anoche, la gala amfAR (organización que estas más de dos décadas ha recaudado más de 150 millones de euros solo en Cannes, ya que celebra más citas a lo largo del año, que desde 1985 han obtenido unos 430 millones de euros) volvió a triunfar con la presencia, como organizadores, de Kevin Spacey, Adrien Brody, Milla Jovovich, Heidi Klum, el diseñador Kenneth Cole y el productor de cine Harvey Weinstein, el empresario serbio y productor Milutin Gatsby, presidente del directorio de la fundación, y la antigua editora de Vogue Paris y actual responsable dela revista CR Carien Rotfield. Ella fue la encargada de coordinar el desfile de 40 top models con joyería de Harry Winston que antecedió a la subasta y la fiesta con las actuaciones musicales de Katy Perry, que apareció con un vestido rojo con claras influencias españolas y más tarde, en el escenario, apareció con un estilo más inclasificable en dorados y plateados. Tras los rumores desmentidos sobre crisis en su relación con Orlando Bloom, la cantante y el actor, que llevan varios días en Cannes, se convirtieron en los más fotografiados del acto.

La fundación amfAR invierte sus fondos en programas educativos de prevención del sida y en diversas líneas de investigación con la intención de que en 2020 haya ya una cura efectiva contra la enfermedad. El año pasado, el evento recaudó 30 millones de euros tras la cena de tres horas y la subasta. En esta edición, que esperaba superar esta cifra de dinero, acudieron a Antibes actrices como Helen Mirren, Chloe Sevigny, Mishca Barton, Uma Thurman, Elle Fanning, Juliette Binoche, Kirsten Dunst, Rosie Huntington-Whiteley o Vanessa Paradis, modelos como Toni Garrn, Lily Donaldson, Alessandr Ambrosio (que iba vestida de Redemption, marca que destina el 50% de sus beneficios a obras sociales), Irina Shayk, Isabeli Fontana, Eva Herzigova, Heidi Klum, Adriana Lima o Karolina Kurkova, cantantes como Usher o Julian Lennon, actores como Matthew Bellamy, Orlando Bloom, Diego Luna y Leonardo DiCaprio, el piloto de Fórmula Uno Lewis Hamilton, el director de cine Nicolas Winding Refn y Paris Hilton, siempre inclasificable.

En el escenario, la subasta fue presentada por Adrien Brody y Helen Mirren primero, y posteriormente por DiCaprio, pero antes de ellos, presentando diversos discursos y como maestro de ceremonias, Kevin Spacey atacó a Donald Trump y, en un tono más relajado y humorístico, lanzó puyas contra Shia LaBeouf y la pareja Katy Perry-Orlando Bloom, sentadas no muy lejos del escenario. Spacey iba vestido con tonos azules, blancos y rojos en referencia a la bandera estadounidense, y explicó que la habitual presentadora, Sharon Stone, no había podido llegar porque estaba luchando contra una enfermedad. “El nombre de esa enfermedad es Donald Trump”. Y prosiguió: “Las películas extranjeras tienen dos elementos que Donald Trump odia: extranjeros y la lectura”. Faye Dunaway salió al escenario, le cambió de americana, y entonces Spacey imitó a Bill Clinton. Con una tercera chaqueta el intérprete cerró su actuación al estilo Jack Lemmon. Y de ahí a las actuaciones, primero con Village People, y posteriormente con Katy Perry como gran triunfadora en el escenario, y con una fiesta que ha acabado al amanecer.