Cinco lugares de los fiordos noruegos que no te puedes perder
Noruega es sinónimo de naturaleza. Una naturaleza rotunda y brutal que se escenifica en los fiordos. Aquí van cinco lugares que no deberías perderte si recorres la costa sur, entre Stavanger y Bergen, donde se localizan algunos de los fiordos más bellos y famosos del país.
1. Balestrand
Una pintoresca localidad al pie del Sognefjord, parada habitual de los barcos turísticos que vienen de Bergen, en la que mires para donde mires hay una foto perfecta. Aunque el pueblo cuenta con varios alojamientos, si el bolsillo os lo permite os recomiendo probar al menos una noche en el hotel Kviknes, uno de los alojamientos históricos más famosos de los fiordos. Lo regenta la misma familia desde el siglo XVIII pero el edificio actual, todo en madera, es de 1877. Para sentirse por un rato como en aquellos veraneos de la belle epoque.
2. Stegastein
Si buscáis un mirador adrenalínico sobre los fiordos, con una de esas vistas que quitan el hipo, esta moderna plataforma de diseño muy nórdico y minimalista sobre el Sognefjord, cerca de la localidad de Aurland cumple ambos objetivos. Si además vuestra visita coincide con el paso de alguno de los muchos cruceros que pasan en dirección a Flåm (que está al fondo del fiordo) os lleváis la postal de folleto más famosa de Noruega.
3. Glaciar Jostedal
Situado a unas 5 horas al noreste de Bergen por la E16. Es uno de los glaciares accesibles más famosos de esta zona de Noruega. Aunque lleva años en retroceso, su frente de altos bloques de hielo azul todavía impresiona. Se puede llegar hasta la base del glaciar en un sencillo paseo de 20 minutos desde el aparcamiento. Si quieres caminar por su interior y no tienes ni experiencia ni equipo, en el centro de información que hay en la carretera de acceso informan de las empresas que organizan rutas guiadas con montañeros expertos (también en su web); el centro de información cuenta con restaurante)
4. Un safari por el Nærøyfjord
El Nærøyfjordes un estrecho brazo lateral del Sognefjord, tan bello que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Se puede visitar con las lanchas rápidas de la empresa Fjord Safari, que parten desde Flåm. A lo largo del fiordo, en las escasas zonas llanas que dejan las enormes paredes de granito, se pueden ver granjas que son accesibles solo en barco, pese a lo cual continúan aún habitadas y en producción agrícola y ganadera. Como la granja Styvi, el puesto de correos más pequeño del país, ya que da servicio a las dos únicas personas que viven allí.
5. Sverd i fjell (Las Espadas de la Montaña)
Tres enormes espadas de bronce de 10 metros de altura clavadas en la roca a orillas del fiordo Hafrsfjord conmemoran la batalla homónima, en la que según la tradición el rey Harald consiguió unificar todas las tierras noruegas. Corría el año 872 y gracias a aquella victoria Harlad se convirtió en el primer rey de la Noruega unida. Está a una media hora al sur de Stavanger, por una carretera costera que cruza también largas y solitariasplayas.
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