Esperanza desde Londres
Una noticia esperanzadora: Sadiq Khan, un británico de ascendencia paquistaní y de religión musulmana, ha sido elegido alcalde de Londres. La distancia que separa nuestra cultura con la de otras ciudades o países es evidente. ¿Cuántos años tendrían que pasar (en esta España dispersa en ideas nacionalistas) para que una persona de distinta raza, color y lejana ascendencia cultural llegara a ostentar el cargo de alcalde de una gran ciudad como ha ocurrido en Londres? ¿Un año luz, por ejemplo? Que cualquier persona se pueda arrojar al abismo radical no es una cuestión que tenga que ver con razas o colores. Es más bien una cuestión racional que alguien apueste por los valores humanos ante cualquier fricción racial que vaya minando la convivencia entre las personas. El multiculturalismo y su intercambio nos enriquece a todos. Por eso, debemos tomar nota de esas ciudades cosmopolitas, que apuestan por alejar el sectarismo y la xenofobia entre sus ciudadanos. Así, esas mezquinas debilidades del hombre no tendrían más remedio que ir diluyéndose del pensamiento humano.— Jesús Sánchez-Ajofrín Reverte. Albacete
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