El indeseable funcionario

Con solo decir esa palabra, “funcionario”, ya ves las miradas de menosprecio. Son muchas las personas que están trabajando para la Administración, sea local, autonómica o estatal, y que realizan su trabajo de la manera más profesional y atenta posible. Lo peor de su situación es que muchas veces se ven obligados a dar respuesta con medios que no eligen y de los que no son responsables. Eso sin tener en cuenta que en muchas ocasiones tienen que hacerse cargo de las consecuencias de la mala gestión de los que deciden. No olvidemos que el funcionario está al frente, dando la cara ante el ciudadano, un ciudadano descontento, pero que se olvida de que su problema no está generado por el funcionario que lo atiende. Hay que recordar que ese “indeseable” está parando los golpes que muchas veces recibe por la mala gestión de políticos, directivos, gerentes y cargos de confianza, que entran y salen al ritmo que marcan los pactos y las legislaturas. Sabemos que no todos los funcionarios son eficientes ni eficaces, pero no metamos a todos en el mismo saco.— Anna Cepeda Molero.