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en primera persona

La maternidad me supera

Una de las peores épocas es cuando los niños, los profesores del colegio y los monitores del campamento están ya de vacaciones

Cecilia Jan

Hay días en los que la maternidad me supera. A veces son días sueltos, sobre todo cuando duermo poco. Otras, son rachas, fases. Una de las peores épocas es cuando los niños, los profesores del colegio y los monitores del campamento están ya de vacaciones, pero yo no. Es decir, días de doble jornada, de lidiar con los niños en casa por la mañana y el mediodía, y de trabajar en la redacción por la tarde-noche. Días de pensar en lo que hacer de comer, hacerlo y conseguir que se lo coman. De arbitrar peleas o al revés, de intervenir porque se llevan demasiado bien y las revoluciones suben a un ritmo demasiado frenético. Días en los que me despierto cargada de buenas intenciones y a los 10 minutos me descubro gritando y abroncando por cualquier cosa.

Ahora, en concreto, llevo encadenada una semana horribilis en la que todos los días he gritado, reñido, castigado, en la que mis hijos, de 7, 6 y 4 años, me han nombrado, oficialmente, la más gruñona de la casa, desbancando a su padre, que atraviesa una época mucho más zen. Una semana en la que todos los días me he enfadado, he llorado, he dudado de mi capacidad y me he sentido mala madre. En la que me he olvidado totalmente de todo lo que he leído y escrito sobre la paciencia, sobre respirar profundo y apartarme cuando noto que viene la ira, sobre enseñar con el ejemplo. Días en los que les he gritado para que dejaran de gritar, en los que les he agarrado demasiado fuerte de un bracito para decirles que debían tratar bien a sus hermanos. Días en los que los hubiera mandado internos gustosamente, o en los que hubiera dimitido como madre. Días en los que, ya que no me gusta el vino, como a la Alicia Florrick de The good wife después de un duro día de trabajo, me atizo, a modo de desahogo, una shandy o un vaso de tinto de verano La Casera y un minihelado. Menos glamour, pero el mismo efecto.

Ahora que tengo un momento de paz, casi a las dos de la madrugada, creo que es buen momento para rescatar algunas de esas entradas que escribí tras otras rachas similares, con la esperanza de que me sirvan para algo y de que os sirvan, a otras madres y padres que sintáis que a veces la crianza os supera.

¡Mucho ánimo a todos en lo que queda de verano! Ommmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm...

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Sobre la firma

Cecilia Jan
Periodista de EL PAÍS desde 2004, ahora en Planeta Futuro. Ha trabajado en Internacional, Portada, Sociedad y Edición, y escrito de literatura infantil y juvenil. Creó el blog De Mamas & De Papas (M&P) y es autora de 'Cosas que nadie te contó antes de tener hijos' (Planeta). Licenciada en Derecho y Empresariales y máster UAM/EL PAÍS.

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