Treinta años haciendo bolsas…
No quiero entrar en el análisis político de Arnaldo Otegi, pero habiendo pasado varios años en la cárcel, con su edad y conociendo la historia reciente de Euskadi me sobrecoge lo poco que sirve a algunas personas el conocer la realidad.
Cuando Otegi siente dolor por los familiares de presos que llevan 30 años haciendo la bolsa para ir a visitar a sus familiares en la cárcel no se plantea que hay miles de familiares que ni siquiera eso podrán hacer ya que a los suyos se les ha quitado la vida esgrimiendo argumentos insostenibles ayer, hoy y siempre. Los muertos y sus familiares no hacen ninguna bolsa. Los que pueden, como Otegi, debieran pedir perdón por no haberse opuesto y denunciado los crímenes de una organización terrorista. Cuando lo haga, podrán ser escuchados todos sus argumentos políticos. Antes, no. Al menos sus opiniones no serán éticas ni morales.— José Alberto Herrera.
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