Desde el año 2000, muchas mujeres bolivianas desembarcaron en España en busca de trabajo para sostener a sus familias. Algunas, como Elisabeth, renunciaron con dolor a la crianza de sus hijos
"Han ocurrido muchas cosas malas y yo no estaba allí", llora desconsoladamente Elisabeth, quien muestra fotos de sus hijos, a los que solo ha podido visitar una vez hace cinco años desde que emigró a España. "Su padre no les cuidaba. Dormían sobre cartones", no consigue parar su llanto. Gracias a las remesas de dinero que envía, la mayor se ha diplomad en Farmacia, su hijo y dos de sus hijas estudian en la universidad y la pequeña, a la que le han detectadao una enfermedad degenerativa, está en proceso de venir a España para que su madre pueda cuidarla.Álvaro Minguito (ODI)Elisabeth señala la foto de una de sus hijas en la red social Facebook. A pesar de la distancia, nunca ha dejado de estar pendiente de ellos. "Daría mi vida por ellos", dice. El padre, sin embargo, abandonó a los chicos a su suerte. "Allá hay mucho machismo", explica ella.Álvaro Minguito (ODI)ELisabeth vive en un pequeño piso en Madrid y subalquila algunas de las habitaciones para poder sobrevivir. Gana 500 euros por 25 horas semanales cuidando a tres niños, un empleo que encontró grancias al apoyo de la ONG Pubelos Unidos. Una parte de su salario se la envía a sus hijos en La Paz.Álvaro Minguito (ODI)Esta mujer luchadora no tuvo la oportunidad de estudiar cuando era joven en La Paz. Por eso, en España ha realizado diferentes cursos. En la imagen, muestra los diplomas que ha obtenido por tales formaciones. "Hubiera querido ir a la Universidad, pero ni siquiera pude completar el bachiller", lamenta. "Yo solo quiero trabajar", zanja.Álvaro Minguito (ODI)Durante años, Elisabeth fue comprando peluches para sus hijos con la esperanza de que se reunieran con ella, pero nunca pudo pagar los trámites y los billetes de avión para ello. Sabe que ya son mayores para tener muñecos, pero aun así conserva la colección porque dice que le gusta.Álvaro Minguito (ODI)Elisabeth ha contado con la ayuda de la ONG Pueblos Unidos para encontrar un trabajo después de ser despedida por su anterior empleador, para el que hacía trabajo doméstico y como limpiadora, al solicitarle unos días de vacaciones en Navidad. La organización también le ha asistido para solicitar la reagrupación familiar con la menor de sus hijas a la que le han detectado una enfermedada degenerativa. Los investogadores del Overseas Development Institute señalan que hacen falta más políticas de protección para mujeres como Elisabeth, con hijos a su cargo.Álvaro Minguito (ODI)La investigación del 'think tank' Overseas Development Institute denuncia que debido a la falta de políticas de protección, las mujeres sufren pobreza de tiempo que ha derivado en una crisis de cuidados. Más de 35 millones de niños menores de cinco años pasan, al menos, una hora solos al día debido a que sus progenitoras, sobre las que recae la responsabilidad de la crianza prediminantemente, tienen que compaginar el cuidado con trabajar para obtener ingresos.Álvaro Minguito (ODI)
