Días de fútbol, vino y mucho Bowie
Arranca la pasarela madrileña con guiños permanentes al músico fallecido que tanto influyó en el mundo de la moda
Entre los pasillos de Ifema poco se comentaba el gol mágico de Messi, pero el fútbol se ha colado en la inauguración de la 63ª edición de la Mercedez-Benz Fashion Week de Madrid. Las bufandas de los hinchas, que plagan los estadios durante los partidos, fueron el punto de partida del diseñador Davidelfin en su propuesta para el próximo otoño-invierno. “Se trata de una metáfora sobre la pasión y el fervor que sentimos por el fútbol llevado al terreno de nuestra moda. Hay mucho talento e interés puesto en nuestra cultura, pero no sentimos el mismo orgullo ni defensa por nuestra moda. Y no creo que seamos tan mediocres”, apunta.
Al igual que sucedió en la pasarela masculina de Milán con el homenaje de Kati Eary o de Alessandro Michele de Gucci a David Bowie para su próximo otoño, la pasarela española también llora su muerte con referencias en su puesta de largo. “Me quedé bastante tocado con su pérdida, siempre ha sido una gran influencia en mi trabajo”, ha dicho Delfín. Ese excentricismo elegante y ambiguo del cantante ha sido reconocible en toda su carrera, desde los trajes verde menta de su colección primavera-verano 2010 a los zapatos de plataforma y purpurina que se han presentado este viernes. La canción Heroes fue previsible en su desfile y compartió banda sonora con Agatha Ruiz de la Prada en una colección basada en la mujer universitaria de los setenta. “No es que sigamos la tendencia porque esta década, junto con los sesenta, es en la que siempre desarrollamos nuestro trabajo”, ha señalado el equipo creativo de la firma. Los tonos ácidos han teñido de psicodelia una colección con gran presencia del patchwork, los acolchados y la polipiel de espejo bordado a mano. “Cuanto más Bowie, mejor”, se escuchaba en el backstage minutos antes del desfile.
Hannibal Laguna lleva más de 20 años recorriendo la piel del barrio de Salamanca madrileño. Allí abrió su primera tienda, estableció su taller y gesta un ambicioso proyecto de accesorios con distribución en Tokio, Milán o París. “Conozco al detalle sus baldosas geométricas, las balconadas y vidrieras de sus edificios. Mi colección Milla de Oro es un cierto homenaje a este barrio”. Los estampados siguen el patrón de los suelos hidráulicos de la zona, con un claro guiño a los cincuenta y el concepto pret-a-couture que desarrolla con sus últimas colecciones. “Sobre un patrón establecido, las prendas se modifican según la petición de nuestra clienta. Ese juego entre la costura y el prêt-à-porter que ya se trabajaba en el extranjero y que se posiciona como el neolujo actual”.
En ese contexto, la mujer “cosmopolita” que perfila Juanjo Oliva encaja en la fiebre global por los setenta que firmas como Chloé o Gucci desataron el pasado verano. “Busqué en el diccionario la palabra y encontré una mujer que se sentía bien en cualquier parte. Alguien como Loulou de la Falaise, la gran amiga de Yves Saint Laurent y Kenzo Takada. Fue una mujer que no solo introdujo elementos de la vestimenta oriental en forma de estampados o prendas como el quimono, sino en el modo de llevarlos a la calle, como un fajín sobre una blusa sastre”, ha delarado el diseñador que ha asumido la dirección creativa de la marca Juanjo Oliva en exclusiva para El Corte Inglés. Con vocación de costura y artesanía local, el diseñador Juan Duyos daba vida a un otoño con la técnica del flocado como punto estelar, que permite volumizar la tela brocada por medio de calor. “Quería hacer un homenaje al vino. Ese gesto de descorchar una botella de vino siempre implica algo maravilloso, un sentimiento de amor. Una celebración”. Y este fin de semana, si toca brindar por algo, es por la moda con sello español.
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