5 fotos5 películas para abordar los cambios de trabajo con éxitoUna crisis es una oportunidad para reinventarse, pero puede generar angustia que hay que aprender a manejar. ¿Cómo conseguirlo?BuenaVida18 feb 2016 - 13:11CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceMiou-Miou encarna en La lectora (Michel Deville, 1988) a una mujer a la que se le ocurre convertir su mayor placer, la lectura, en una opción para crearse un trabajo a su medida. Publica un anuncio ofreciéndose como lectora a domicilio, lo que le da la oportunidad de abrir su vida a universos muy diferentes y a crear una profesión, la más apropiada para ella. El placer y el deber unidos inteligentemente pueden generar mucha rentabilidad. La persona que promueve sus cambios, los ve venir y se anticipa a ellos, es mas dueña de su vida y sufrirá menos. Cambiar y renovarse implica hacer uso de nuestro bien mas preciado: la libertad, la capacidad de elección.En esta historia el protagonista se enfrenta a elegir entre la vocación y la profesión. A veces elegimos la profesión por complacer a nuestros padres o mentores, por seguir con la tradición familiar, por falta de opciones o por no tener todavía demasiadas experiencias vitales para reconocer qué será lo más apropiado para nuestra identidad o para nuestra personalidad. Perder el trabajo puede lanzarnos a la búsqueda de otro puesto similar y en el camino, si tenemos una mente abierta, acabamos encontrando una opción muy diferente que nos satisface más que la que creíamos nuestra verdadera pasión o vocación. Así es como Daigo Kobayashi, el personaje principal de Despedidas (Yojiro Takita, 2008) pasa de ser un amante del chelo a trabajar en una funeraria, y descubre su pasión.La adicción al trabajo de la protagonista de esta historia, interpretada por Juliette Binoche y basada en una historia real, puede encubrir una adicción al riesgo o al sufrimiento disfrazada de heroísmo. Sobrecoge cómo la fotógrafa y reportera de guerra que nos muestra Mil veces buenas noches (Erik Poppe, 2013) considera más importante el sufrimiento de los niños que habitan en los países en los que trabaja que el dolor que a sus propios hijos les produce el miedo a perder a su madre. Cambios necesarios: algunas profesiones a las que nos atornillamos van nublando nuestra sensibilidad hasta deshumanizarnos, y terminamos negándonos a nosotros mismos aquello que consideramos digno y deseamos para los demás. ¿El fin justifica siempre los medios?La pasión o tenrr un sueño no son suficientes para montar un negocio y que este sea exitoso; parece obvio que un buen plan de contingencia puede hacer menos duros los reveses. Carlos Galindo, el protagonista de esta historia, no tenía uno. Pero ya sabemos que es más fuerte el que se levanta tras las caídas que el que nunca se ha visto en el barro. Los personajes de Una vida mejor (Cédric Kahn, 2011) reflejan una de las caras de la crisis mundial contemporánea y no solo tratan de recuperarse de los contratiempos que los ponen al límite, sino que protagonizan además un intento por trascender las circunstancias para recuperar aquellas cosas que tienen verdadero valor.Sandra Bya es una madre trabajadora a la que despiden al incorporarse después de una baja, con una curiosa tabla de salvación la empresa ofrece a sus compañeros la posibilidad de votar: si ella se queda pierden la paga extra. Dos días, una noche (Jean Pierre y Luc Dardenne, 2014) es una excelente cinta para apreciar cómo una situación injusta puede invitar a reposicionarse primando valores, a certificar el apoyo de la verdadera amistad, a actualizar la solidaridad y a mantener por encima de todo la dignidad. Ejemplar la actitud de la pareja que aprende a dar apoyo con la mejor fórmula: intervenir sin interferir.