Burlar a los burladores

Carta de la semana: Burlar a los burladores

Quiero creer que la Cumbre de París, de la que se hacía eco el reportaje del pasado 10 de enero, no será una nueva burla. Pero hastiado anda uno de tantas decepciones. Si quieren burlarse de la Tierra, burlémonos de ellos. Me acuerdo de una leyenda donde el demonio pacta con un agricultor. El demonio se queda con lo que crezca hacia arriba y cede lo que quede bajo tierra. El campesino siembra nabos. El burlador burlado. Está en nuestras manos. Aprendamos a burlarlos. La Tierra necesita nuestro ingenio.

Francisco García Castro. Estepona

El silencio del cosmos

Qué pequeñito me he sentido tras leer el reportaje sobre el desierto chileno de Atacama y su punto de observación astrológico, número uno mundial, publicado el pasado 10 de enero. Contemplas las fotografías de ese templo de la ciencia, cierras los ojos y, si consigues trasladarte por un momento entre esos grandes telescopios y si te imaginas compartiendo turnos de trabajo entre observadores de tantos países diferentes, puedes llegar a escuchar el silencio del cosmos. ¡Cuánta belleza se extiende sobre nuestras cabezas en la vieja e inmutable “bóveda azul”!

Juan Antonio Márquez. El Puerto de Santa María (Cádiz)

Heroínas

No recuerdo haberme emocionado tanto con un artículo de prensa, casi hasta el punto de la lágrima. Me ha ocurrido con Los lápices de Teresa, de Almudena Grandes, el pasado 10 de enero. Es la mejor descripción que he visto de una hermana, una abuela, una madre. En el mismo periódico, el mismo día (o cualquier día), se ve en portada al futbolista tal enfadado porque no ha marcado gol, o al que ha defraudado a Hacienda, o al personaje cual entrando en la sala de un juzgado, o a los de las tertulias gritando, o a los de Gran Hermano… Comparemos a todos esos famosos con estas dos mujeres anónimas. Ellas sí que son heroínas. Es lo que todos, supongo, quisiéramos ser en nuestra familia. Gracias, Almudena, por decir de forma tan clara lo que todos queremos decir.

Nicolás F. Martín de la Torre. Sevilla

Pasar a la acción

Magnífico el artículo de Raimon Samsó del pasado 10 de enero, que nos recuerda que se aprende haciendo y que el saber que no pasa a la acción es un no saber. De ahí, en primer lugar, mi homenaje a la Formación Ocupacional que nos rescató a muchos docentes del método expositivo y nos acompañó en la tarea de facilitar aprendizajes con métodos más participativos y eficaces. Y, en segundo lugar, mi reconocimiento a la psicología social que nos ha descubierto el “Pentágono de los cambios de conducta”. Hoy sabemos que si queremos cambios en nuestros comportamientos necesitamos intervenir sobre información, emociones, habilidades, recursos y consecuencias. Lo sorprendente es que en algunos colegios, institutos y universidades sigan sin pasar a la acción P

José Luis Bimbela Pedrola. Granada