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¿Decaído por ser lunes? 12 temazos que te ponen las pilas en tres segundos

Empezamos la semana con una nube negra sobre nuestra cabeza. ¿Hay remedio para zafarnos de ella? Sí. Escucha estos 'recargapilas' de efecto inmediato

Hace unos segundos este hombre estaba deprimido. Nada más ponerse nuestra lista miren cómo se ha transformado.
Hace unos segundos este hombre estaba deprimido. Nada más ponerse nuestra lista miren cómo se ha transformado.

Es lunes y una nube negra sobre nuestra cabeza nos va a acompañar todo el día. Cómo rayos me puedo librar de ella. La música nos empuja a enfrentarnos a la vida de forma optimista. Existen multitud de estudios que confirman que puede hacernos más felices en cuestión de segundos. En la Universidad de Missouri midieron la actividad cerebral de varios individuos y comprobaron cómo mejoró el estado de ánimo a corto plazo, y la felicidad general de cada uno de ellos, al escuchar distintos tipos de música.

La ciencia ha demostrado que más allá de lo psicológico, la música tiene un efecto físico en nuestro cuerpo, actuando sobre el sistema límbico, que es el que controla nuestras emociones. Una canción bien elegida puede mejorar nuestro día de forma inmediata. Esto se debe a que al igual que pasa con el sexo, el deporte y la comida, la música libera altas dosis de dopamina (un neurotransmisor), que tiene el poder de generar una sensación de placer muy reconfortante.

Así que vamos a hacer caso a la ciencia y a ponernos en marcha. Proponemos una docena de temazos para que los que llegan desfondados recarguen bien las pilas. Igual no conseguimos que se enamoren de los lunes, pero seguro que aportamos algo de energía para llegar al final del día con dignidad. (Sigue toda la información musical en Mercadeo Pop).

- 'I wanna be sedated', de Ramones. El brío y el ímpetu son características inherentes al mítico cuarteto neoyorquino, al que de los 149 segundos que dura este I wanna be sedated le sobran 140 para insuflar al oyente todo el vigor necesario para afrontar el lunes con otro ánimo. One, two three!

- 'Debaser', de Pixies. Pixies reparte su discografía entre temas ruidosos y pelotazos como el que nos ocupa. Debaser no solo te quita las legañas más férreas, sino que te pone las orejas en punta. Por cierto, la letra está basada en la película surrealista Un perro andaluz, de Luis Buñuel y Salvador Dalí. Eso también llama la atención, correcto.

- 'Shiny happy people', de R.E.M. Una especie de adorable anomalía en la discografía de R.E.M. por su carácter descaradamente saltarín e intrascendente (y por la colaboración de Kate Pierson de The B-52's). Pero aunque la propia banda renegara de ella y la olvidara intencionadamente en sus conciertos, la gente radiante y feliz supone un certero golpe de buen rollo. Sin duda.

- 'Get lucky', de Daft Punk. Es uno de los grandes exitazos de lo que llevamos de siglo XXI, gracias a esa actualización del sonido disco que el dúo francés supo perpetrar con la impagable colaboración del chico maravilla Pharrell Williams y el experimentado músico y productor Nile Rodgers. La repetición constante del mantra funciona a cualquier hora, tanto para mantenerse de fiesta noctámbula como para afrontar una mañana de lunes: "Estamos despiertos toda la noche para tener suerte".

- 'Come On!', de The Hives. Claro que si hablamos de recargar las pilas, ahí está "la mejor banda de rock sueca del mundo", como brama el vocalista Pelle Almqvist en los frenéticos conciertos de sus Hives. Sirva como ejemplo de concisión hipervitaminada este Come on! de tan solo 68 segundos gloriosamente comprimidos.

- 'Jump', de Van Halen. No deja de resultar paradójico que uno de los más virtuosos y populares guitarristas de la historia, Eddie Van Halen, vaya a pasar a la posteridad por un riff de teclado. De la misma manera que resulta paradójico que el mayor éxito de una banda de rock duro como Van Halen sea todo un tratado de pop ochentero. Pero nada de esto importa cuando el mensaje del tema te cala y tu corazón, efectivamente, salta, trota y corretea.

- 'Alright', de Supergrass. Hubo un momento, a mitad de los noventa en plena demencia del brit-pop, en el que parecía que Supergrass estaba destinado a algo realmente grande. Al final no fue para tanto, pero nos dejaron para la posteridad esta vibrante canción en la más pura tradición del pop británico. Nada más sonar se te ilumina la cara.

- 'Kids', de MGMT. La introducción tiene cierto aire marcial que incita a coger el petate y adentrarse en las calles para desfilar en formación con nuestros somnolientos semejantes. Seguramente esto se deba a que si escuchas esta canción en un club un sábado por la noche, su melodía te acompaña hasta bien entrada la siguiente semana. Sea cual sea el truco, funciona.

- 'Waterloo', de ABBA. Claro que si hablamos de luminosidad, de brillo y de reflejos, ahí está el cuarteto sueco ABBA con una de sus píldoras de pop fresco y desenfadado de eficacia probada para acabar con casi todo tipo de males. Desde que arrasaran con ella en Eurovisión en 1974, absolutamente todos la hemos bailado alguna vez, ya sea por voluntad propia u obligados por el siempre relevante contexto.

- 'I feel good', de James Brown. Otro que resulta absolutamente fiable para nuestro propósito de lunes es James Brown, quien arrasa con todo para hacer que se levante de la cama el más perezoso y/o decaído de los mortales. Los pies se mueven solos y las caderas se dislocan con este clásico inmortal, presente necesariamente en cualquier ejercicio motivante que se precie.

- 'Welcome to the working week', de Elvis Costello. Con esta enérgica, ardorosa y concisa bienvenida abre Elvis Costello su disco My aim is true, de 1977. No llega al minuto y medio y puede que justo por eso provoque ganas de subir todas las persianas de tu casa y empezar el día con una pequeña gran explosión de animosidad poco controlada.

- 'Le Freak', de Chic. ¿Hemos hablado de Nile Rodgers con Get lucky? Pues aquí está este temón de su grupo, Chic, la banda con la que aportó los cimientos de la música disco en el segundo lustro de los setenta. Las cosas como son: si no te vienes arriba con su endiablado ritmo bailón es casi mejor que te rindas, te tapes con las sábanas hasta la cabeza y te regocijes con toda la gula posible en tu inmisericorde pereza. Y más tarde ya veremos, si eso.

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